- Escenario Inédito en Zacatecas.
- El PRI aún no define su coalición.
- La alianza PRI-PT en 2004 no cuajó.
Por Juan Gómez
Zacatecas presenta hoy un escenario inédito y atípico en los procesos electorales que se han registrado en la historia de los comicios estatales, puesto que nunca se habían aliado la izquierda y la derecha para enfrentar a un partido gobernante, el PRI, que ha regresado con un candidato emanado de un partido diferente.
Las cúpulas nacionales de los partidos Acción Nacional y de la Revolución Democrática confirmaron este fin de semana, que ambos irán en alianza en los estados de Baja California, Veracruz, Durango, Oaxaca, Aguascalientes y Zacatecas, mientras que las negociaciones avanzan en Puebla y Quintana Roo.
La consolidación de esta coalición electoral se verá cuando la registren en el Instituto Estatal Electoral.
PAN y PRD tienen acordada una alianza electoral y establecen de esta manera una coalición que dará la lucha política al Partido Revolucionario Institucional, quien aún no define una alianza electoral con el Partido Verde Ecologista de México, su histórico aliado, ni con el Partido del Trabajo o con Nueva Alianza.
Izquierda y derecha entraron ya en la ruta de los acuerdos y las reglas para designar candidatos y candidatas en los 58 ayuntamientos y en el congreso del estado, tarea difícil que de no cuidarse podría desbarrancar esta incipiente alianza que prendió los focos rojos en el tricolor.
El proceso de selección de candidatos(as) en ambos partidos será controvertido y tal parece que en algunos municipios cederán la postulación a las fuerzas más representativas, y a los aspirantes mejor posicionados.
Decirlo de esa manera se antoja fácil, pero la realidad que enfrentarán ambos partidos será un largo y sinuoso camino que podría poner en peligro dicha coalición.
Pero si ambos partidos con sus respectivos candidatos logran una negociación que permita fortalecer la unidad de ambos en la contienda, podrán lograr triunfos importantes en el espectro electoral.
Si los contendientes logran superar diferencias y ambiciones, si anteponen el bien de Zacatecas, entonces estaremos entrando a una ruta en la que la visión de estado predomine en una entidad en la que las luchas intestinas, las ambiciones y los apetitos de poder han retrasado su desarrollo.
Hay dos momentos que han marcado las tendencias electorales en la historia reciente del estado:
En 1998 el Partido de la Revolución Democrática hizo una “alianza ciudadana” y se alzó con la victoria con Ricardo Monreal a la cabeza.
En 2004 el Partido Revolucionario Institucional realizó una alianza con el Partido del Trabajo y no logró cuajar el éxito, con José Bonilla Robles en la propuesta por la gubernatura.
Sin embargo en el 2010 la alianza del PRI con el Partido Verde Ecologista de México y Nueva Alianza permitió que el candidato Miguel Alonso Reyes, que había renunciado al PRD gobernante de Amalia García, triunfara en los comicios.
El PRI gobernante se encuentra aún en la mesa de las negociaciones de una alianza electoral con un Partido Verde Ecologista de México distanciado de la actual administración, y que ha centrado parte de su fortaleza en dos nuevos militantes que vienen de otros partidos políticos, como el diputado Tomás Torres Mercado (ex priista y ex perredista) y el operador político Víctor Armas (ex priista, ex perredista y ex petista).
El Partido Verde tendrá que sacrificar las aspiraciones de su precandidato Gerardo Ramírez, quien se ostentaba como el mejor posicionado entre los aspirantes al ayuntamiento capitalino, para ceder el paso al secretario privado del gobernador, Carlos Peña Badillo, quien en los hechos ya se separó de sus funciones.
Por otro lado las negociaciones con el Partido Nueva Alianza aún no se consolidan, debido a que la maestra Elba Esther Gordillo Morales, aún no define en qué estados podría ir aliada con el PRI o si de plano cambia de estrategia debido al desencuentro con la cúpula priista motivada por la Reforma Constitucional en materia educativa.
En este escenario el Revolucionario Institucional busca afanosamente consolidar una alianza con el Partido del Trabajo de Alberto Anaya, pero tal parece que esa decisión podría no ser redituable y en cambio, causarle serios dolores de cabeza, puesto que el grupo monrealista le dejaría solo el cascarón y migraría a Movimiento Ciudadano.
De hecho los dirigentes del PRD y PT iniciaron la semana pasada acercamientos tendentes a formalizar una coalición, pese a que en abiertamente los monrealistas había descartado categóricamente una alianza.
¿Qué sucedería si el PRI fuera solo en el proceso electoral?
¿A qué partido se moverán Movimiento Ciudadano, Verde y PT en la banda electoral? ¿Se encarecerán sus pretensiones con el PRI? Por supuesto.
Los riesgos electorales para todos los contendientes son tantos, como la oportunidad que se tiene para lograr una victoria estratégica.
Si la soberbia continúa anidando en el PRI y decide ir solo en la presente campaña electoral, sufrirá derrotas importantes que pondría generar la pérdida de la mayoría en el congreso y en los ayuntamientos.
Pero si hace alianzas y estas no satisfacen a sus coaligados, el resultado no tampoco sería óptimo.
En cambio si el PAN y el PRD logran ponerse de acuerdo en la selección de candidaturas, y articular un discurso que identifique a los zacatecanos, podrían avanzar sustancialmente tanto en el congreso como en los 58 ayuntamientos.
El proceso electoral del 2016 está en la mira de todos los contendientes.
Al tiempo.