• Elecciones trágicas que manchan al proceso
• El triunfo elect oral no aportará fuerza política
• Confrontación con ex gobernadores y partidos
Por Juan Gómez
Las elecciones en Zacatecas del pasado domingo 07 de julio dejan una serie de consecuencias en el panorama político estatal, en el que se inscribe no solo la sucesión gubernamental adelantada, sino el epílogo sexenal de Miguel Alonso Reyes y la huella en la conducción de unas elecciones trágicas que mancharon al proceso democrático.
El triunfo del Partido Revolucionario Institucional en las elecciones zacatecanas que le proporcionan 36 presidencias municipales y 12 diputaciones de mayoría, no le darán al mandatario estatal la fuerza necesaria para enfrentar la transición política en el 2016, debido al gran desgaste que sufrió el proceso democrático y a la confrontación con los ex gobernadores y los partidos de oposición.
Más allá de entregar “buenas cuentas” al Presidente Enrique Peña Nieto y al dirigente nacional priista César Camacho, el gobernador Miguel Alonso Reyes tendrá serias dificultades para conducir la sucesión gubernamental y mantener la estabilidad política en el estado.
El resultado del domingo pasado le da la victoria al gobierno estatal y al Revolucionario Institucional, pero abre un enfrentamiento no solo con los partidos políticos perdedores en la contienda, sino también con los ex gobernadores Ricardo Monreal Ávila, Amalia García y Genaro Borrego Estrada, principalmente.
El enfrentamiento del PRI-gobierno con los partidos de oposición, en especial con el PRD, PT y Acción Nacional en el último tramo de la administración estatal, impedirá llegar acuerdos tanto en el congreso del estado como en otros temas de índole político que permitan al actual mandatario conducir al estado.
En este contexto el asesinato del coordinador operativo de la campaña del candidato a la presidencia municipal de Guadalupe por la coalición PRD-PAN, Gerardo Romo Fonseca, puede traer consecuencias en el contexto nacional que tendrían repercusión en el estado, debido a la presión que ejerce la dirigencia nacional perredista al Presidente Enrique Peña Nieto.
Por otro lado el gobernador Miguel Alonso Reyes prácticamente rompió relaciones políticas con sus antecesores y también, con las reglas de las relaciones institucionales que daban estabilidad a los gobiernos, al mantener una relación institucional con los ex mandatarios.
Con el único mandatario con el que incluso firmó un acuerdo para incorporar a algunos integrantes de su gabinete en la actual administración, fue con Ricardo Monreal Ávila, pero el desencuentro definitivo se dio el domingo pasado con la victoria del Revolucionario Institucional en Fresnillo (gobernado desde hace 15 años por el clan Monreal).
Sin embargo el actual diputado federal y coordinador de la fracción parlamentaria de Movimiento Ciudadano, Ricardo Monreal Ávila, anunció que demandará ante la Procuraduría General de la República (PGR) al gobernador Miguel Alonso Reyes, por el operativo policíaco-militar implementado en Fresnillo durante la jornada electoral dominical pasada.
“La policía estatal y el Ejército, encabezados por el general (Jesús) Pinto (Ortiz), secretario de Seguridad Pública de Zacatecas, acompañó y protegió los operativos de delincuentes electorales”, argumentó Monreal en una conferencia de prensa dictada en la ciudad de México.
Pero no solo el enfrentamiento que hoy se da abiertamente con el ex gobernador Monreal Ávila es el único que mantiene Alonso Reyes, está aún fresca la intentona de fincar responsabilidades hasta de tipo de penal en contra de la ex mandataria Amalia García Medina, acción que resultó infructuosa.
Asimismo Alonso Reyes llegó a los linderos de la confrontación con el ex gobernador Genaro Borrego Estrada, a causa de su vinculación al inicio de su gobierno con Ricardo Monreal, pero después el pleito por la asignación de la obra de construcción de la planta de aguas residuales Osiris, marcó el distanciamiento entre ambos.
En este contexto se da también el maltrato, marginación y finalmente la salida de Margarita Borrego Estrada de la dirección de Verificación de la Secretaría de Turismo del gobierno del estado a cargo de Pedro Inguanzo.
Como puede observarse el mandatario estatal tendrá que procurar el apoyo del Presidente Enrique Peña Nieto para lograr consolidar su gobierno, mediante la canalización de recursos frescos a través de una mejor asignación presupuestal, pero en lo político la falta de interlocución con sus adversarios partidistas y con los ex gobernadores, le podrían generar inestabilidad y turbulencias en la conducción del estado.
Finalmente el asesinato del coordinador operativo de la campaña de la alianza PRD-PAN en el municipio de Guadalupe, mancha un proceso y genera un precedente que será el parámetro en la credibilidad electoral en Zacatecas.
Al tiempo.