El Pacto por México, el acuerdo político más importante del actual sexenio, “tronó, al menos temporalmente, la mañana de ayer jueves. El PRD rompió con el Gobierno y abandonó las mesas de diálogo que buscaban la aprobación de una Reforma Política que cambiaría la vida democrática en México.
Los partidos de oposición, tanto el PRD como el PAN, condicionaban la aprobación de este paquete de reformas de corte político-electoral para discutir la propuesta de Reforma Energética del Gobierno de Enrique Peña Nieto, que busca la inversión privada en el sector de hidrocarburos.
“No vamos a permitir que se discuta la Reforma Política a todo vapor para después aprobar la energética en un albazo”, aseguró Jesús Zambrano, líder del PRD. El presidente del partido, que es uno de los padres del Pacto, dijo que la Izquierda fue orillada de la discusión de la Energética y amenazó con una serie de movilizaciones populares si llega a aprobarse sin ellos. También dijo que su partido la “echará abajo” en 2015 si se vota sin escucharlos.
El Pacto por México fue presentado en el Castillo de Chapultepec en diciembre de 2012. En un año ha dado al País reformas de gran calado en las que han coincidido las tres principales fuerzas políticas. Entre ellas las reformas Educativa, Financiera, de Telecomunicaciones y Hacendaria.
Zambrano reclamó que el PRI y el PAN acordaron de última hora una Reforma Política “light”, llena de “insuficiencias y ausencias, no se habla de un Instituto Nacional Electoral a la altura de lo que se ha afirmado, no está incluida la reforma del Distrito Federal, no está lo de la consulta popular”.
El líder de la izquierda remarcó: “no está acordado nada hasta que no esté acordado todo”.
El anuncio de la Izquierda pone en vilo la discusión de una serie de modificaciones políticas a la Constitución. La más importante de ellas es permitir que Diputados, Senadores y Alcaldes aspiren a mantenerse en sus cargos hasta por 12 años. Con esto, México se deshace del fantasma de la no reelección, que ha imperado por 80 años.
La reforma política estaba enmarcada en el Pacto por México. Fue la oposición, tanto la izquierda como la derecha, quienes impusieron al PRI un debate para transformar la vida democrática con una serie de leyes. Este proceso ocasionó desajustes al interior de todos los partidos.
Tras la aprobación de la nueva ley política el Congreso comenzaría a discutir, tan pronto como la próxima semana, la iniciativa energética, vista como el pináculo en el paquete de reformas que el Gobierno del PRI quiere sacar adelante. Todo eso voló por los aires.
A dos días de cumplir un año en el gobierno, Peña Nieto tendrá que emplear todos sus recursos si quiere llegar a diciembre como lo habían previsto: con una reforma energética que coronará ese gran acuerdo llamado Pacto por México.
El País