Comisiones en el Senado aprobaron reformas que endurecen castigos en contra de la trata de personas y explotación sexual hasta con 50 años de cárcel.
El Senado abrió el catálogo de delitos y elevó sanciones de entre uno a 30 años de prisión, según la gravedad de quien incurra en estos actos.
El perfeccionamiento de tipos penales e incorporación de nuevas conductas delictivas posibilitarán imponer un mismo rango de castigo si los delitos se perpetran en contra de una o varias personas, subrayó Angélica de la Peña, senadora del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y presidenta de la Comisión de Derechos Humanos, por lo que la penitencia podría aumentar hasta los 50 años.
Las reformas incluyen como agravantes también en casos de la existencia de fotografías, video filmes o grabaciones así como imágenes de la víctima mientras sufría del abuso. Abarcan también otros delitos como servicios y embarazos forzados y extracción de órganos.
Asimismo señaló que las enmiendas permitirán definir de forma correcta la diferencia entre medios comisivos y agravantes, pues en el último caso también abarca a aquellos que sean servidores o fueran condenados con anterioridad por el mismo delito, sean integrantes de un refugio, albergue o casa de transición o sea integrante de alguna sociedad civil que se relacione a la atención de víctimas.
La perjuria será aún mayor si se trata de una víctima menor de 12 años de edad, o si fallece o se suicida por secuelas que pudiera dejar el delito.
De la Peña rectificó que dichas reformas son sin duda garantistas al tutelar a la ciudadanía y cumplen con los compromisos asumidos por el estado mexicano.
La panista Adriana Dávila Fernández, presidenta de la Comisión contra la Trata de Personas afirmó que el objetivo de la reforma es el perfeccionamiento del marco jurídico actual, así como otorgar certeza jurídica y lograr el respeto escrupuloso a los derechos fundamentales de las víctimas.
En tanto, la priista Lucero Saldaña Pérez manifestó que la iniciativa se presenta con el mejor ánimo de perfeccionar los instrumentos y que las víctimas tengan mayores garantías.
“Pero sobre todo subrayar el tema de la prevención, creemos que no es con elevar penas como se resuelven los problemas o los delitos, sino poder detectar todas las causas y que con ello nos sintamos corresponsables”.