Bernardo Hernández/PórticoOnLine
Mientras en la administración de la capital dan de baja a 24 elementos policíacos que reprobaron las pruebas de control de confianza, en la Secretaría de Seguridad Pública estatal se resisten a informar sobre el número de agentes de la Policía Estatal Preventiva que no han conseguido su acreditación y cuál es su estatus al interior de la corporación.
En la solicitud de información con número de folio 00026514 se le requirió a la dependencia a cargo de Jesús Pinto Ortiz el número de elementos que aprobaron y reprobaron las pruebas del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
La respuesta de la Unidad de Enlace y Acceso a la Información Pública fue que los exámenes eran realizados por el Consejo Estatal de Seguridad Pública y que la SSP no tiene las cifras completas. Con ese argumento se negó a proporcionar el número de agentes, cuando menos un parcial, que han presentado las pruebas de 2009 hasta enero de 2014.
En la respuesta también se asegura que “Ningún elemento ha causado baja por no acreditar lo exámenes de control de confianza”.
Esto no significa que no haya despidos en la Secretaría de Seguridad Pública, el año pasado el titular de la dependencia, Jesús Pinto Ortiz, informó que en los dos primeros años de la actual administración salieron de la corporación 73 elementos que presentaron su “renuncia voluntaria” a la corporación.
Según Pinto Ortiz cerca de la mitad de los que renunciaron eran agentes acreditados, es decir, personal que superó el polígrafo y los estudios socioeconómico y toxicológico diseñados por el SNSP.
La secretaría de seguridad también se negó a proporcionar datos sobre el estatus del personal no aprobado o dicho de otra forma, si permanecen en su puesto o fueron cambiados de adscripción.
Los criterios para dar de baja a un agente, según elementos de la corporación, tienen que ver más con la relación que se tiene con los jefes que con la acreditación. El propio Jesús Pinto ha reconocido que a la hora de evaluar a los policías la certificación no es lo más importante.
Agentes de la PEP comentaron que se ha vuelto costumbre en la corporación la aplicación de las pruebas de confianza a los elementos reprobados y que si bien hay elementos que consiguen aprobarlos en el segundo o tercer intento, hay otros que nomás no pueden con las pruebas.
Un argumento, o temor, de las autoridades estatales para no despedir a los agentes reprobados es que, al verse desempleados, resulta altamente probable que pasen a engrosar las filas de la delincuencia.