Los colombianos acuden a las urnas para elegir en segunda vuelta a su próximo presidente, una jornada que transcurre con normalidad y que será decisiva para el futuro del proceso de paz del país.
Un total de 32 millones 975 mil 158 ciudadanos están habilitados para votar en estos comicios en los que tendrán que elegir entre el actual presidente, Juan Manuel Santos, que busca la reelección por la coalición Unidad Nacional, y el uribista Óscar Iván Zuluaga, del movimiento Centro Democrático.
Las últimas encuestas de intención de voto, divulgadas hace diez días, no mostraron un claro favorito.
Según las autoridades, las elecciones se celebran en un ambiente de calma y normalidad, salvo algunos incidentes menores ajenos al proceso electoral, al igual que ocurrió en las legislativas del pasado 9 de marzo y en la primera vuelta de las presidenciales, el 25 de mayo.
Sin embargo, el expresidente Álvaro Uribe (2002-2010), líder del Centro Democrático y de la oposición a Santos, denunció después de votar que en algunas regiones del país los votantes de Zuluaga han sido amenazados por grupos armados.
Uribe dijo que votó “con tristeza” por las supuestas acciones del grupo guerrillero Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y de bandas criminales “que amenazan con masacres a los votantes de Zuluaga y con fusiles obligan a las personas a votar por el candidato presidente Santos sin que él pronuncie ni una sola palabra”.
Medios locales han informado de supuestas presiones al electorado en algunos municipios del departamento del Chocó (oeste), sobre las cuales el ministro Pinzón dijo que la Fuerza de Tarea Titán del Ejército está al tanto y agregó que “las dificultades fueron superadas”.
La normalidad que se registra en el país se debe, según el ministro, al esquema de seguridad puesto en marcha por el Gobierno, con 437 mil miembros de las Fuerzas Armadas y la Policía, de los cuales 246 mil hacen “presencia física en el 99,9 por ciento de las mesas de votación”.