La Real Academia de las Ciencias Sueca otorgó hoy el Nobel de Química a los estadounidenses Eric Betzig y William E. Moerner y el alemán Stefan W. Hell, tres científicos que revolucionaron el microscopio hasta llegar a la nanoscopia, que permite ofrecer imágenes a nivel molecular.
El estadounidense Eric Betzig, nacido en 1960 en Ann Arbor (Michigan), se doctoró en la Universidad Cornell de Ithaca (Nueva York) y dirige actualmente el Campus de investigación Janelia Farm en el Instituto Médico Howard Hughes, de Ashburn (EU).
Ese centro se dedica a desarrollar nuevos instrumentos ópticos para, según explica en su página web, abrir una nueva ventana en la biología molecular, celular y neurológica.
Según su propio currículum, en 1993 fue el primero en captar la imagen individualizada de moléculas fluorescentes en condiciones ambientales y de determinar sus posiciones.
“Cansado de la academia”, apunta, comenzó a trabajar en el departamento de I+D en la empresa de máquinas herramienta de su padre, donde desarrolló un nuevo instrumento tecnológico que no se pudo comercializar.
Se quedó así sin empleo, explica, y buscó nuevos destinos hasta inventar junto a otro colega científico la técnica de superresolución PALM y comenzar a liderar en 2005 el grupo de Janelia, centrado en el desarrollo de nuevos instrumentos ópticos para la biología.
El segundo estadounidense premiado, William E. Moerner, nació en Pleasanton (California) en 1953 y se doctoró como Betzig en la Universidad Cornell; tras pasar por el departamento de investigación de IBM y distintos centros de estudios, trabaja en la Universidad de Stanford desde 1998.
Allí dirige el “Laboratorio Moerner” en el departamento de Química.
Desde 2007 es miembro de la Academia Nacional de las Ciencias estadounidenses y ha recibido numerosos galardones a lo largo de su carrera, como el Premio Pittsburgh de Espectroscopia, el Wolf de Químicas o el Peter Debye en Química Física, que le otorgó el año pasado la Academia Nacional de Química.
El alemán Stefan W. Hell, nacido en Rumanía en 1962, se doctoró en la Universidad de Heidelberg y dirige hoy el Instituto Max Planck de Química Biofísica, en Gotinga (Alemania), donde está al frente del departamento de Nano biofotónica que él mismo creó.
Desde 2003 lidera además la división de Microscopia óptica de alta resolución del Centro Alemán de Investigación de Heildelberg contra el Cáncer.
Antes de recalar en el Max Planck, desarrolló su carrera investigadora en distintas universidades, como la de Turku (Finlandia) u Oxford (Reino Unido).
Esta es la lista de los laureados de los últimos 10 años del Premio Nobel de Química
2014: Eric Betzig, William Moerner (Estados Unidos) y Stefan Hell (Alemania), por desarrollar la microscopía fluorescente de alta resolución.
2013: Martin Karplus (Estados Unidos/Austria), Michael Levitt (Estados Unidos/Reino Unido) y Arieh Warshel (Estados Unidos/Israel), por el desarrollo de modelos multiescala de sistemas químicos complejos.
2012: Robert Lefkowitz y Brian Kobilka (Estados Unidos) por sus trabajos sobre unos receptores que permiten a las células comprender su entorno, un avance esencial para la industria farmacéutica.
2011: Daniel Shechtman (Israel), por haber descubierto la existencia de un nuevo tipo de material, un “cuasicristal”.
2010: Richard Heck (Estados Unidos), Ei-ichi Negishi y Akira Suzuki (Japón), por haber creado una de las herramientas más sofisticadas de la química que allana el camino a tratamientos contra el cáncer y productos electrónicos y plásticos revolucionarios.
2009: Venkatraman Ramakrishnan, Thomas Steitz (Estados Unidos) y Ada Yonath (Israel), por sus estudios sobre los ribosomas, que permiten crear nuevos antibióticos.
2008: Roger Tsien, Martin Chalfie (Estados Unidos) y Osamu Shimomura (Japón) por sus investigaciones sobre las proteínas fluorescentes cuyas aplicaciones permiten detectar tumores cancerosos.
2007: Gerhard Ertl (Alemania) por sus trabajos sobre los catalizadores utilizados en diferentes sectores industriales, desde los fertilizantes hasta los tubos de escape.
2006: Roger Kornberg (Estados Unidos), por sus investigaciones fundamentales sobre la transcripción de los genes.
2005: Yves Chauvin (Francia), Robert H. Grubbs y Richard R. Schrock (Estados Unidos) por sus trabajos sobre la metátesis en síntesis orgánica que tiene un enorme impacto en la fabricación de medicamentos.