Una marcha por la Costera de Acapulco para exigir la renuncia del Gobernador Ángel Aguirre y la aparición con vida de 43 normalistas de Ayotzinapa provocó el cierre de comercios, paralizó el transporte y obligó a modificar las actividades turísticas.
Tampoco abrieron mil 200 escuelas y los burócratas no trabajaron.
La protesta ocurrió, en general, de manera pacífica.
Organizadores dijeron ayer que 50 mil personas se manifestaron.