El derrumbe de la parte alta de una montaña arrasó al amanecer de este sábado con un sector del pueblo de Xinmo, en el condado de Maoxian, sepultando 62 casas y a sus habitantes, mientras que una sección de dos kilómetros de un río quedó bloqueada por rocas.
El líder chino instruyó a las autoridades a hacer los máximos esfuerzos para reducir el número de víctimas y prevenir desastres secundarios, así como ayudar a los familiares de las personas desaparecidas y a aquellos que han sufrido pérdidas materiales.
A medida que China entra en la temporada de inundaciones, los gobiernos locales deben fortalecer las labores de prevención de desastres para garantizar la seguridad de la población y de sus bienes materiales, puntualizó el presidente.
Xi ordenó al Consejo de Estado (gabinete de China) enviar a un equipo de trabajo a la zona del desastre para apoyar los esfuerzos de rescate y examinar los riesgos geológicos, además de colaborar en la reubicación de los residentes en peligro y de aquellos que perdieron sus casas.
Las operaciones de búsqueda y rescate siguen en curso esta noche con alrededor de mil personas con equipo especial y maquinaria buscando cualquier indicio de vida entre los escombros, de acuerdo con despachos de la agencia china de noticias Xinhua.
Las autoridades chinas confirmaron que los socorristas han recuperado hasta ahora 15 cuerpos, pero reconocieron que la posibilidad de supervivencia es muy limitada, ya que sólo tres personas de una misma familia fueron rescatadas con vida alrededor de cinco horas después del deslizamiento.
El Departamento provincial de Tierras y Recursos indicó que el derrumbe habría sido causado por las fuertes lluvias, las cuales reblandecieron el terreno, provocando la caída de 18 millones de metros cúbicos de tierra.
Más de 110 aldeanos que viven cerca del área afectada estaban siendo evacuados a escuelas del municipio la noche de este sábado, por temor a que continúe la lluvia y ocurra algún desastre secundario.