Colombia pidió este miércoles tomar medidas para poner fin a la crisis humanitaria de Venezuela y lograr una transición política que conduzca a elecciones libres, al tiempo que extendió el cierre de varios pasos fronterizos con la nación petrolera por la presencia de personas armadas. F
rancisco Barbosa Delgado, consejero de derechos humanos del presidente colombiano Iván Duque, se dirigió al Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra poco antes de que tomara la palabra el ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Jorge Arreaza. Un grupo de enviados occidentales se retiró de la sala cuando comenzó el discurso de Arreaza, según un testigo de Reuters. Muchos países del hemisferio respaldan al líder opositor Juan Guaidó.
“La acción y la solidaridad deben basarse en el rechazo total de la dictadura de Nicolás Maduro en Venezuela”, dijo Barbosa en la reunión.
“El fin de semana pasado, el mundo vio directamente que el régimen terrorista, cuya principal característica es la violación de los derechos humanos, quemó alimentos y medicinas destinadas a personas hambrientas y famélicas en Venezuela”. Guaidó, reconocido por varios países como el presidente legítimo de Venezuela, viajó hacia la vecina Colombia la semana pasada para liderar un fallido esfuerzo para llevar ayuda humanitaria al país petrolero. Se espera que vuelva a cruzar la frontera en los próximos días.
“Ante tales situaciones no podemos permanecer en silencio”, dijo Barbosa. “Lo que se necesita son acciones que promuevan la transición y la celebración de elecciones libres y transparentes con monitorización internacional, para garantizar lo antes posible el establecimiento de la democracia en Venezuela“.
En tanto, Colombia anunció que mantendrá suspendido el tránsito de personas por los puentes internacionales en la fronteriza ciudad de Cúcuta de manera indefinida, hasta que cesen los disturbios que se presentan entre manifestantes y fuerzas de seguridad del país vecino.
El cierre aplica para los puentes internacionales Simón Bolívar, Francisco de Paula Santander y La Unidad, antes conocido como Tienditas, ubicados en la ciudad de Cúcuta, que había sido decretado el sábado en la noche, tras una ola de protestas que dejó docenas de heridos durante un fallido intento por cruzar ayuda humanitaria a Venezuela.