Código político
Defensa de la libertad democrática
A la valentía y compromiso de todos los que marcharon por la defensa del INE
Por Juan Gómez
El México democrático despertó este domingo 13 de noviembre y se movilizó en 50 ciudades del país y en el extranjero bajo un solo lema: defender la democracia, al sistema electoral y evitar regresar al pasado, al de un partido único, controlador de las elecciones, opresor y autoritario.
Los medios de comunicación y las redes sociales dieron cuenta de la gran movilización en la ciudad de México, pero también de distintas capitales y ciudades del interior del país, que concentró una entusiasta participación ciudadana.
Las imágenes de la Ciudad de México son impresionantes, pero también los videos y fotografías que se generaron en ciudades del interior del país, en donde se dio una lección de dignidad y compromiso ciudadano.
La semana que antecedió a esta movilización estuvo plagada por el sarcasmo, la descalificación, la burla y la ofensa desmedida del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien trató de inhibir la organización ciudadana.
No lo logró. La retahíla de ofensas, solo sirvieron para motivar la indignación ciudadana que se apropió de la calle, para mostrar su preocupación por los intentos gubernamentales de controlar al Instituto Nacional Electoral, al que todos los días, el Presidente ha atacado y defenestrado.
El hashtag denominado #ElINEnosetoca apareció en las mantas de todas las movilizaciones del país, en donde sincronizadamente iniciaron en punto de las diez y media de la mañana su marcha hacia los puntos neurálgicos citadinos.
Mexicanos y mexicanas, preocupados por la iniciativa presidencial de Reforma Electoral que pretende imponer un control sobre el árbitro electoral, modificar la designación de consejeros, reducir el presupuesto público al INE y a partidos políticos, entre otras acciones, corearon “El INE no se toca”.
La movilización se da en el día del cumpleaños 69 del Presidente López Obrador, momento en el que la ciudadanía ha llegado al hartazgo de las políticas del mandatario, en una crisis de inseguridad y violencia que desangra al país, y con una crisis económica que golpea el ingreso de las familias mexicanas.
Los mexicanos pensábamos que ya no habría regresión al autoritarismo político de más de 70 años de un partido hegemónico, porque fueron muchos años de lucha, de movilizaciones, hasta que en el año 2000 el país llegó, por el voto libre y secreto, a la alternancia en el poder.
Fueron necesarias ocho reformas electorales, del año 1977 al 2014, que permitieron quitarle el control sobre los comicios al gobierno priista, que ganaba elecciones sin contendiente en las campañas electorales.
Estas luchas democráticas que cobraron muchas vidas de luchadores sociales y políticos, que permitieron la ciudadanización del órgano responsable de organizar los procesos electorales y darles credibilidad, hoy un ex priista pretende regresarlo al pasado, al control autoritario de un partido único, Morena.
En la Ciudad de México, el único orador fue José Woldenberg, el primer presidente del entonces Instituto Federal Electoral (IFE), quien afirmó con preocupación en su discurso:
“El problema mayúsculo que nos ha traído aquí, el que nos obliga a salir a las calles, el que se encuentra en el centro de la atención pública, es que buena parte de lo edificado se quiere destruir desde el gobierno”.
La pluralidad en las marchas que se realizaron esta mañana de domingo en el país, fue el distintivo que ha caracterizado a México en las últimas décadas. Ya no tiene cabida el país de un solo hombre y la elección de un solo partido.
En el monumento a la Revolución, José Woldenberg apuntó lo siguiente:
México no puede volver a una institución alineada con el gobierno, incapaz de garantizar la necesaria imparcialidad en todo el proceso electoral. Nuestro país no merece regresar al pasado porque lo construido permite elecciones auténticas, piedra angular de todo sistema democrático”.
El México democrático despertó.
Al tiempo.
@juangomezac