Al lamentar el secuestro y posterior asesinato de seis jóvenes de Malpaso, el gobernador, David Monreal Ávila, culpó a gobiernos pasados de la violencia porque “nadie puede negar que es una herencia maldita. Cerraron los ojos, nunca se ayudó a la policía, nunca se tomó en serio, se abandonó a los jóvenes, a la prevención; se abandonó al pueblo”.
Me da tristeza la postura tan limitada de muchos actores políticos que lo que quieren es raja política, ni siquiera ven la dimensión del problema que es profundo, necesita de la atención de padres de familia, líderes religiosos, gobierno, sociedad, argumentó el mandatario estatal.
Mencionó nuevamente que “todos tenemos que ver para poder restaurar la paz y la tranquilidad, la reconstrucción del tejido social”.
Lo que no se puede negar y nadie lo va a negar, dijo, que son son niños y son adolescentes; entonces hay algo que en la sociedad y en el país está pasando.
Destacó al respecto que “es un suceso más que no es ajeno al país, hay una descomposición a nivel sociedad, lo sucedido ayer en Nuevo León, Guerrero, Chiapas, Guanajuato, Michoacán, revisen, el tema nacional del país, habla de una especie de ruptura del tejido social, lamento la irresponsabilidad de algunos politiqueros”.