Un extraño caso de peste bubónica fue detectado en Oregon, confirmaron las autoridades. Se trata del primer caso en casi una década. El paciente, que no ha sido identificado, está respondiendo al tratamiento.
Las autoridades del condado de Deschutes emitieron la semana pasada un comunicado señalando que un “residente local” resultó infectado con la peste. La probable fuente de infección es el gato del paciente, que también mostró síntomas: un absceso (una bolsa de pus, normalmente indicativa de infección) que hubo que drenar.
Esta enfermedad bacteriana produce inflamación de los ganglios linfáticos del cuerpo.
La peste bubónica, famosa por haber asolado Europa en el siglo XIV -por lo que se le llegó a llamar la Muerte Negra-, es transmitida por ardillas, ardillas listadas y otros roedores salvajes y sus pulgas. Cuando un roedor infectado enferma y muere, sus pulgas pueden transmitir la infección a otros animales o seres humanos a través de las picaduras.
Se sabe que los gatos son especialmente vulnerables a la peste, ya que a menudo la contraen de roedores salvajes o de sus pulgas; luego pueden contagiar la enfermedad a los humanos a través del contacto estrecho con sus secreciones corporales o a través de las pulgas que portan.
Una vez que una persona se ha infectado, la bacteria tiende a llegar a sus ganglios linfáticos y causar la peste bubónica. Las bacterias de la peste también pueden ser inhaladas hacia los pulmones, causando la peste neumónica. Y rara vez puede llegar al torrente sanguíneo, causando la peste septicémica.
Las personas infectadas presentan fiebre alta, letargo e inflamación de los ganglios linfáticos (bubones). Los síntomas aparecen entre dos y ocho días después de la exposición.
No existe una vacuna contra la peste bubónica, pero se puede tratar con antibióticos si se detecta a tiempo. Sin embargo, si no se atiende a tiempo, puede ser mortal.
En Oregon no se había presentado un caso de peste bubónica desde 2015, cuando una adolescente contrajo la enfermedad por la picadura de una pulga durante un viaje de caza.
Contraer la peste bubónica es extremadamente raro en Estados Unidos, con una media de 5 a 15 casos al año en Occidente, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.