Dr. Leonardo Santoyo Alonso
CA-UAZ,172 Teoría, historia e interpretación del Arte
Es un tema muy reciente el debate suscitado por los proyectos de transformación que se pretenden realizar en la capital de Zacatecas, la encendida discusión acerca de la construcción de un viaducto elevado o “segundo piso” del eje metropolitano ha puesto de manifiesto las demandas de diversos sectores en defensa de la Ciudad, por aquello de la declaratoria de Patrimonio Cultural de la Humanidad, entre los que apoyan su construcción y los que se ven directamente afectados se enfrentan defendiendo sus posturas. Al final parece que, como suele ocurrir con las obras del gobierno en turno, la obra se llevará a cabo pues ya se planteó frente a la federación y se aprobó. Un caso similar se da con otra “gran obra” al noroeste del estado de Zacatecas, la muy nombrada Presa Milpillas, proyecto que se presentó hacia finales del sexenio del entonces gobernador Miguel Alonso Reyes y que ha permanecido aletargado entre escándalos de corrupción, falta de un proyecto de impacto ambiental, desinformación a las comunidades rurales que se verán afectadas y sobre todo a que no se ha dado la certeza de si el beneficio en el abasto de agua será para los habitantes de Fresnillo, Calera y Zacatecas -Guadalupe por un acueducto de 166 kilómetros.
Muchos de los asuntos que siguen por resolverse son lo relacionado con la indemnización de la tierra de comunidades como Atotonilco, El Potrero y 16 ejidos más de Jiménez del Teúl, pobladores que temen perder sus tierras de labor y ser desplazados de sus hogares. Además, tampoco se ha especificado que será del patrimonio cultural de la región que, por cierto, podría convertirse en un impulso turístico que trajera beneficios a la zona. Sólo por mencionar que se encuentran en riesgo sitios arqueológicos que no han sido explorados, vestigios de construcciones coloniales por muy pocos conocidos que quedarían para siempre por debajo del agua. Por el contrario, si estos fueran integrados en un plan integral de desarrollo turístico cultural y de ecoturismo, la zona que sería afectada por la presa Milpillas brindaría un foco de reactivación económica que no ha tenido esa parte del estado en muchas décadas, el tiempo lo dirá.