El cuento de Hans Chistian Andersen titulado “El traje nuevo del emperador” que también es conocido como “El rey denundo” se aplica a muchos políticos y gobernantes en México, pero particularmente en Zacatecas, donde vivimos una experiencia en la que el gobernador no quiere admitir el desastre que padecemos y que cotidianamente experimentamos los gobernados.
Las sonrisas del mandatario estatal que aparecen plasmadas en los cientos de fotografías y videos que publican sus corifeos, sus colaboradores de Comunicación Social, son el reflejo del rey de esta obra literaria publicada en 1837, pero que cobra vida en cada uno de esos gobernantes que en medio de una crisis que no pueden paliar o solucionar, se aferran a sus narrativas para autoengañarse y convencerse de que están haciendo bien las cosas.
El escenario en Zacatecas es altamente preocupante por la inestabilidad que vivimos a causa de una pésima conducción de la política interna del estado, que cada día se complica más por la incapacidad de resolver los problemas, y por la soberbia para aceptar las fallas en la atención de las distintas situaciones que se presentan.
El ejemplo más caotico que se vive, es la crisis generada por la desatención de un problema que significaba Un millón 200 mil pesos de deuda, en las becas para hijas e hijos de maestros y maestras de la sección 34 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación.
La solución parecía simple: reconocer el adeudo y pagarlo, lo cual no representaba ningún problema para la liquidez del erario público, pero la soberbia gubernamental y la falta de criterio propio, tanto en la Secretaría de Educación estatal como en la de general de Gobierno, reventaron una confrontación con la actual dirigencia magisteria que tiene hoy día, características muy distintas a las alineadas -¿charrismo?- que existieron bajo el control priista en el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación.
Nunca tomaron en cuenta el nuevo perfil de los líderes que se caracteriza por su independencia, combatividad y convicción antisistémica, lo que les ha caracterizado por muchos años de lucha y por lo cual, fueron excluidos, reprimidos y defenestrados sistemáticamente.
La respuesta de “no hay recursos para pagarles las becas” fue la peor solución a un problema menor que hoy, se ha convertido en una crisis gubernamental, porque no solamente se exige el pago de este adeudo, sino otro tipo de demandas que están haciendo las bases y dirigencias sindicales de las secciones 34 y 58 del SNTE, pero además, se han sumado otras expresiones sindicales.
La respuesta negativa del magisterio a la propuesta de pago gubernamental, fue también capitalizar su legitimidad de liderazgo, movilizar a miles de maestros y maestras para que bloquearan las instalaciones gubernamentales, las oficinas recaudadoras, las presidencias municipales, los trabajos de la obra del segundo piso en el bulevar Adolfo López Mateos, entre otras acciones.
El viernes pasado vencieron la soberbia gubernamental y el secretario general de Gobierno, Rodrigo Reyes Mugüerza y la secretaria de Educación, Gabriela Pinedo, cedieron a la demanda de pago de las becas pendiente, pero los dirigentes consultaron con sus bases magisteriales y decidieron mantener el paro.
El gobierno de David Monreal desnudó una vez más su debilidad política y social, así como su incapacidad de conducción política y gubernamental.
Este escenario nos hace recordar el cuento de “El traje nuevo del emperador” en el que el grito de un niño que dijo al paso del rey “¡pero si va desnudo!” simboliza la actitud de un gobernante que no acepta la realidad y que prefiere sonreir a cada instante.
Los aduladores callan, pero lo que hoy se vive en Zacatecas es una crisis de gobernabilidad que tiende agravarse y a debilitar más al gobierno morenista.
Este lunes 24 de febrero, se organizará una megamarcha magisterial-sindical-social, que reflejará el descontento y encono antigubernamental estatal.
Al tiempo.
@juangomezac