Por Juan Gómez
En memoria del doctor Jaime Alfonso Cervantes Durán (1926-2025), fundador de la CDHEZ
La reciente reelección de la doctora Marisela Dimas Reveles al frente de la Comisión de Derechos Humanos del estado de Zacatecas, y el desempeño de este organismo autónomo en la entidad federativa, en donde ha pasado a ser un espacio decorativo o, en el mejor de los casos, una oficialía de partes, obliga a reflexionar sobre su historia y su razón de ser.
En México, si algo caracterizó a la época de la colonia fue la violación de los derechos y el pisoteo de la dignidad de los más vulnerables, un comportamiento del poder que se ha extendido a lo largo de nuestra historia y de los distintos regímenes.
Esta sensibilidad de protección a la población más vulnerable arraigó en el pensamiento de Ponciano Arriaga, quien en 1847 promovió la Procuraduría de los Pobres en San Luis Potosí, uno de los antecedentes más importantes de protección de los derechos de los mexicanos.
En 1989 en la Secretaría de Gobernación del gobierno mexicano, se creó la Dirección General de Derechos Humanos y el 6 de junio de 1990, el presidente Carlos Salinas de Gortari publicó un Decreto presidencial en el que se constituía la Comisión Nacional de Derechos Humanos, como un organismo desconcentrado de la Secretaría de Gobernación.
Como antecedente a la constitución de este organismo, una estela de violaciones sistemáticas a los derechos humanos de los mexicanos, le acompañó en su nacimiento, pero también la presión social y política, tanto nacional como internacional.
Los cambios ya se habían generado en México y los ciudadanos golpeaban fuertemente la puerta de la democracia, de la apertura, y el otrora monolítico poder del entonces llamado “Sistema político mexicano” empezaba no solo a agrietarse sino a derrumbarse para dar paso a una nueva etapa democrática en el país.
En Zacatecas en 1993 mediante Decreto gubernamental el gobernador Arturo Romo Gutiérrez creó la Comisión de Derechos Humanos del estado y envió una terna a la legislatura, la cual eligió al doctor Jaime Alfonso Cervantes Durán (1926-2025) como su presidente y fundador de este organismo autónomo, que, bajo su conducción, tuvo una amplia y destacada presencia en la defensoría de los derechos humanos y de independencia frente al poder estatal.
El doctor Cervantes tenía un gran desafío enfrente: su hijo Roberto era funcionario de la administración gubernamental, pero además, no era abogado sino médico cirujano.
El doctor Cervantes no se arredró ante el desafío, optó por incorporar al consejo de la CDHEZ a hombres íntegros, inteligentes y sobre todo, decididos a hacer valer la independencia del organismo y representar con dignidad, a los zacatecanos y defender sus derechos.
Por supuesto que no era una decisión fácil, pues en aquella década el PRI controlaba a los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, tanto en México como en Zacatecas, y cuestionar sus excesos era casi un pasaporte a la represión o al destierro, en el mejor de los casos.
El doctor Jaime Cervantes Durán y los miembros de su Consejo no optaron por la sumisión al gobernador en turno, tampoco por la comodidad de ejercer una función solamente como mero trámite, sino que optaron por hacer realidad la independencia en tiempos de verdaderos desafíos.
Lo que hoy se observa en la actual presidencia de la Comisión de Derechos Humanos del estado de Zacatecas, es solamente la entrega de reconocimientos y distintivos a diestra y siniestra para salir en las fotos de la prensa, pero no hay una auténtica defensa de los derechos humanos de las madres buscadoras, de los organismos civiles que protestan, que marchan y que son reprimidos por las fuerzas policiacas estatales.
Se opta por la comodidad, por no alterar al poder, al que no se le toca ni con el pétalo de una recomendación.
Serán otros cuatro años de resultados maquillados por el miedo al gobernador, por la simulación en la entrega de “reconocimientos” que son solo papel que no representa la dignidad y la defensa de los más vulnerables ante los abusos del poder estatal.
¿Hasta cuándo se cumplirá con la razón de ser de la Comisión, sin titubeos ni sumisión?
Al tiempo.
@juangomezac




























