Por Juan Gómez
Mientras la popularidad del gobernador se consolida en una tendencia que lo coloca en el último lugar de aceptación de los mandatarios estatales y la violencia aumenta ante la incapacidad institucional de contenerla, se genera una campaña de lodo en contra de los medios de comunicación y de periodistas en el estado.
Lejos de reorientar las políticas públicas de atención, contención y solución a la problemática de violencia que se vive en el estado desde hace varios años y que en los últimos meses se ha agudizado, el pasado 30 de marzo el gobernador David Monreal Ávila cargó en contra de los medios de comunicación, a quienes responsabilizó de “promover la violencia” en Zacatecas.
El contexto de la declaración del mandatario fue una conferencia de prensa para dar a conocer resultados del Plan Zacatecas II, iniciativa presidencial de apoyo a las entidades federativas castigadas por la violencia en el país.
Sin embargo, Monreal Ávila aprovechó el escenario para plantear que “el crimen organizado utiliza estrategias audiovisuales que en el fondo, tienen la intención, y lo logran, de intimidar a la sociedad”.
Esa fue la introducción para soltar: hay algunos medios de comunicación que se convirtieron en promotores de las organizaciones criminales (…) hoy son quienes, difunden, promueven las estrategias del terror del crimen.
Las palabras del gobernante tienen un contexto que lo enmarca su política de comunicación social en el estado, basada en una especie de persecución en contra de medios de comunicación y periodistas independientes.
Es un secreto a voces la conformación de una lista de medios de comunicación que son excluidos de la contratación de publicidad oficial, pero además, se presiona a algunas presidencias municipales para que no contraten sus servicios publicitarios.
Al anterior comportamiento se suma una serie de ataques anónimos en contra de algunos periodistas que han hecho trabajo de investigación, como es el caso de Heraclio Castillo, quien en conjunto con otros dos compañeros periodistas, publicaron las percepciones económicas extraordinarias de funcionarios públicos, lo que derrumbó el discurso de la “austeridad” en la administración gubernamental en turno.
Circula también anónimamente un banner en donde, sin aportar ningún tipo de prueba o información, un denominado “Top de los 10 periodistas más corruptos en Zacatecas”, con lo que se pretende manchar la trayectoria de los comunicadores, en especial, dañar la credibilidad de sus publicaciones y de su trabajo periodístico independiente y crítico.
Con este tipo de acciones que emergen desde las entrañas de la cobardía, se trata de construir un discurso mediático que cierre el paso a este tipo de ejercicio periodístico de investigación, al que se le exhibe al linchamiento social.
A pesar de esta estrategia en la que se invierten recursos en tecnología y en servicios de redes sociales, la opinión pública ha rechazado mayoritariamente este tipo de práctica perversa.
Algunos asesores y asesoras le han vendido la idea al gobernador David Monreal Ávila que, para evitar la crítica mediática, hay que desprestigiar a periodistas y medios de comunicación que la ejercen, con el objetivo de inhibir su trabajo y restarle credibilidad a sus publicaciones.
Pero el resultado les ha sido adverso: el mandatario profundiza cada día más el estatus del peor evaluado del país y el de menos credibilidad.
Las declaraciones del 30 de marzo pasado le resultaron completamente contraproducentes, pues ningún medio de comunicación, local o nacional, respaldó sus dichos, sino todo lo contrario.
La organización Articulo 19 emitió un boletín en el que manifiesta su rechazo a las declaraciones del mandatario pero también, su preocupación por la integridad física de los comunicadores.
Destacó que las palabras de David Monreal aumentan los riesgos de periodistas y medios de comunicación a sufrir más violencia, en uno de los estados más peligrosos del país.
Artículo 19 señaló que en los lugares considerados altamente inseguros, los ataques contra quienes informan son aún más comunes, por lo que las declaraciones del mandatario agravan el contexto ya de por si hostil dentro del cual, la prensa ejerce su labor en Zacatecas.
La organización defensora de los derechos de los periodistas y de la libertad de expresión, le exhortó respetuosamente al gobernador David Monreal que rectificara su discurso.
Seguramente no lo hará, porque el endurecimiento de la estrategia tiene una finalidad específica: acabar con el periodismo crítico e independiente en el estado, dividirlo, arrinconarlo y exterminarlo.
Este tipo de periodismo libre requiere del apoyo de la sociedad democrática, para poder superar este retador escenario y lograr su profesionalización e independencia que tanto requiere la ciudadanía, para estar verazmente informada.
Al tiempo.
@juangomezac