Durante su primera audiencia en una corte federal de Chicago, el hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán, Joaquín Guzmán López declaró que tiene problemas de tiroides y de la presión.
Guzmán López, de 38 años, se declaró no culpable de los cargos relacionados con narcotráfico que se le imputan; declinó la asistencia de una intérprete en español y contestó en inglés a las preguntas que le hizo la jueza Sharon Coleman, tras señalar que habla inglés fluido, y dijo además a la corte que está en tratamiento por problemas en la tiroides y presión alta.
Al finalizar la audiencia, su abogado Jeffrey Lichtman reconoció en un encuentro con periodistas que su cliente podría enfrentar la pena de muerte , de acuerdo con CNN. Aunque el estado de Illinois, donde está Chicago, la abolió en 2011, podría ser trasladado a otro estado para el juicio.
Lichtman fue también abogado de Guzmán Loera, cofundador del cartel de Sinaloa a finales de 1980 junto a “El Mayo” Zambada, por quien el gobierno de Estados Unidos ofrecía una recompensa de 15 millones de dólares.
Según ha trascendido a los medios -y que no ha sido confirmado por las autoridades estadounidenses- el arresto de Zambada se debió presuntamente a una traición de “El Chapito”, quien habría negociado previamente con el gobierno estadounidense.
Guzmán López permanece preso en Chicago sin derecho a fianza y su próxima audiencia fue fijada para el 30 de septiembre.