Las autoridades sirias asistirán en enero a las negociaciones de paz encaminadas a terminar con la guerra civil del país, pero no sucumbirán a las demandas occidentales sobre una renuncia del presidente Bashar al-Assad, dijo el miércoles una fuente del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Esta es la primera respuesta formal de Damasco al anuncio realizado esta semana de una conferencia de paz programada para el 22 de enero en Ginebra, convocada por Naciones Unidas, Rusia y Estados Unidos.
La conferencia “Ginebra 2” tendrá el objetivo declarado de acordar un gobierno de transición para poner fin a un conflicto bélico que ya se extiende por dos años y medio y que ha dejado más de 100.000 muertos y millones de desplazados.
En respuesta a la insistencia de algunos estados occidentales y árabes respecto a que Assad ha perdido legitimidad para gobernar, la fuente dijo: “La era del colonialismo, con la instalación y el derrocamiento de gobiernos, ha terminado. Ellos deben despertar de sus sueños”.
“La delegación oficial siria no irá a Ginebra a entregar el poder”, agregó.