La Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navi Pillay, condenó el uso excesivo de la fuerza durante manifestaciones en Venezuela, así como el uso de retórica inflamatoria.
Pillay instó al gobierno de ese país sudamericano a velar por el respeto a la libertad de expresión y de asociación.
“La continua retórica inflamatoria de ambos lados es completamente inútil”, enfatizó Pillay en un comunicado.
“Es hora de renunciar al uso de la violencia y dar un paso más allá de la agresión verbal hacia el diálogo significativo”, llamó y subrayó que “la crisis sólo se resolverá si se respetan los derechos de todos los venezolanos”.
Pillay también expresó su profunda preocupación ante las informaciones recibidas sobre el uso excesivo de la fuerza por parte de las autoridades en respuesta a las demostraciones de protestas, incluso las que se llevaron a cabo el jueves en Caracas.
La Alta Comisionada condenó rotundamente la violencia que ha llevado a muertes y heridos, independientemente de quién haya sido el responsable.
En tal sentido, hizo un llamado a todas las partes a renunciar al uso de la violencia.
“Quienes estén detenidos simplemente por ejercer estos derechos deben ser liberados inmediatamente”, dijo Pillay en clara referencia al líder opositor Leopoldo López, quien se encuentra en una prisión militar.
“Todos los casos de detención deben seguir los estándares internacionales del debido proceso”, destacó.
Pillay demandó la adopción de medidas concretas por parte de las autoridades, incluidas las investigaciones completas e independientes.
Solicitó la liberación de los manifestantes pacíficos que están detenidos y el desarme de los grupos armados.
Estas medidas “contribuirían significativamente a atenuar las tensiones y a solidificar el camino para salir de la crisis”, valoró la Alta Comisionada.
Pillay recalcó que el gobierno de Venezuela debe asegurarse que los efectivos de las fuerzas armadas actúen de acuerdo a estándares internacionales en todo momento y bajo toda circunstancia.
Expresó que su oficina seguirá de cerca la situación en ese país y se encuentra lista para colaborar con el gobierno en el cumplimiento de las obligaciones de Venezuela bajo los tratados internacionales de derechos humanos.