Silva presenta su plan para salvar a la UAZ
Bernardo Hernández/PórticoOnLine
La burocracia de la UAZ llegó a un acuerdo consigo misma y elaboró un documento en el que dio a conocer su plan para salir del atolladero económico en el que se encuentra.
En dicho acuerdo, fechado el 21 de marzo, solicita a la comunidad universitaria y a la sociedad zacatecana comprensión, mucha comprensión.
Y es que la casa de estudios enfrenta una compleja crisis financiera porque el gobierno mexicano ha “sometido” a las universidades públicas a una insuficiencia presupuestal los últimos 32 años.
El crecimiento sin fondo presupuestal, explican en la rectoría de Armando Silva, se realizó con base en “un endeudamiento crónico con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, y ahora con el ISSSTE”.
Pero no hay nada que temer porque “las Autoridades Universitarias decidimos construir una agenda estratégica institucional de corto, mediano y largo plazo” para resolver la situación.
Con este plan, según la Rectoría, se asegura el pago de salarios, cubrir el gasto corriente y cumplir con las aportaciones a la seguridad social. En el mediano plazo, se afirma, serán desmanteladas las fallas que producen el endeudamiento. Luego, se establecerán bases sanas para la viabilidad de la institución.
La primera propuesta del rector es que todos los universitarios le apuesten a la unidad, la estabilidad y el orden.
En el segundo punto, para librar a la UAZ de su crisis financiera, el rector propone “Justificar en la mesa de trabajo instalada en la Secretaría de Educación Pública las plazas académicas de todos y cada uno de los programas que oferta la Universidad”. Esa justificación incluye a las plazas que se abrieron sin el respaldo financiero adecuado.
Dentro de su batalla contra la insuficiencia presupuestal, la rectoría pretende sentarse a negociar con funcionarios de Hacienda y del gobierno estatal para que el personal académico, incluido el que realiza funciones operativas y de confianza, sean reconocidos por las autoridades federales. También se solicitará el reconocimiento de la plantilla del personal administrativo y del modelo de prestaciones del personal universitario. Del documento se desprende que no hay fecha para ver esto concretado.
Además la UAZ pondrá sobre la mesa la necesidad de que se reduzca la carga del pago de pensiones y prestaciones contingentes que pesa sobre su presupuesto de egresos y que se homologuen los salarios de la institución con los de universidades similares.
En el tercer punto la rectoría de Armando Silva asegura que habrá una política de ahorro que no afectará los apoyos asistenciales dirigidos a los estudiantes.
Enseguida, la UAZ tiene planeado garantizar la calidad y pertinencia de sus programas educativos.
Al final del documento, la rectoría manda una recomendación a los sindicatos de la UAZ: “La vida universitaria, sus funciones y compromisos con la sociedad zacatecana, no pueden seguir siendo lesionados por la interrupción constante de sus actividades”. Para la rectoría, los sindicatos se han enfocado en la “generación artificial de conflictos” y deben entender que la UAZ “no está obligada a lo imposible”.
El primero de los abajo firmantes del documento es, como era de esperarse, Armando Silva Cháirez, y los grandes ausentes son los sindicatos y los alumnos.