El Papa arremetió hoy contra la violencia sobre los niños en la etapa de su visita a la región italiana de Calabria, zona donde apenas unos meses atrás la mafia ‘Ndrangheta asesinó y quemó a Cocó Campolondo, un pequeño de tres años.
“Nunca más violencia sobre los niños. Nunca más suceda que un pequeño deba sufrir estos sufrimiento”, clamó en un discurso pronunciado en la cárcel de Castrovillari, donde se reunió con un grupo de detenidos además del padre y dos abuelas del niño.
En enero último los cuerpos carbonizados del infante, de su abuelo y de una mujer fueron hallados dentro de un vehículo a las afueras de la localidad de Cassano allo Jonio, que este día también visitará el pontífice.
El episodio conmocionó a la opinión pública italiana y también al mismo Jorge Mario Bergoglio, quien condenó públicamente lo ocurrido. Todo indica que se trató de una venganza por un asunto de drogas.
“Rezo continuamente por él, no se desesperen”, dijo este sábado el Papa Francisco a los familiares de Cocó.
En su discurso ante los encarcelados aseguró que el respeto de los derechos fundamentales del hombre y la exigencia de las correspondientes condiciones de expiación de la pena, son esenciales y por eso la atención al respecto “debe permanecer siempre alta”.
Ante 180 hombres y mujeres detenidos, advirtió que no es suficiente el encerrar a los delincuentes si esto no se acompaña con un empeño concreto de las instituciones de cara a una efectiva reinserción en la sociedad.
“Cuando la finalidad de la reinserción de los detenidos es descuidada, la ejecución de la pena degrada a un instrumento de solo castigo y de represalias sociales, a su vez dañino para el individuo y la sociedad”, estableció.
“La plena reinserción de la persona no ocurre como el término de un recorrido solamente humano. En este camino entra también el encuentro con Dios, la capacidad de dejarse guiar por Dios que nos ama, que es capaz de comprendernos y perdonar nuestros errores”, agregó.
Además de Cocó, Cassano allo Jonio fue sacudido -en marzo- por el homicidio a golpes del sacerdote Lazzaro Longobardi, después de haber descubierto algunos robos de dinero en la curia. De hecho el Papa rezará en la iglesia de Sibari en Cassano, donde fue asesinado el cura.
En la misma cárcel de Castrovillari está detenido Dudu Nelus, un rumano de 27 años acusado de ser el responsable del homicidio.