Los insurgentes suníes encabezados por el yihadista Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL) capturaron en las últimas horas otras tres localidades de la provincia de Al Anbar, su feudo en el oeste de Irak.
El portavoz del Ejército, general Qasem Ata, reconoció en una rueda de prensa que sus tropas tuvieron que retirarse de Raua, Al Qaem y Aana.
Ata explicó que este repliegue fue táctico con el objetivo de “volver a movilizar y reactivar las unidades militares en zonas fuertes y garantizar su control de manera efectiva”.
El puesto fronterizo con Siria de Al Qaem, uno de los tres que existen con Irak, cayó anoche en manos de los yihadistas, aunque las autoridades no lo reconocieron hasta ahora.
Los insurgentes suníes combaten al ejército en Al Anbar desde enero pasado, cuando se hicieron con el control de la ciudad de Faluya y de parte de la de Ramadi, las urbes más importantes de la provincia.
Por otro lado, el portavoz reveló que las fuerzas de seguridad permanecen en la estratégica población de Tel Afar, en la provincia septentrional de Nínive, y abortaron reiterados ataques terroristas.
Recalcó que las fuerzas de seguridad repelieron también un ataque a la refinería de Biyi, la mayor del país, y que sus instalaciones están bajo control total de las tropas de Bagdad.
Estos dos puntos fueron el centro de los combates entre ambos bandos la última semana.
El portavoz también informó de que 42 terroristas fueron abatidos y trece de sus vehículos destruidos en operaciones en el este de Tikrit, capital de la provincia de Saladino.
En una campaña similar, diez extremistas fallecieron en la zona de Yarf al Sajr, ubicada en el norte de la provincia de Babel.