El líder norcoreano Kim Jong-Un dirigió personalmente un ejercicio militar de gran escala que simuló el asalto a una isla, y aprovechó para decir al sur que “lamentará amargamente” cualquier incursión, anunció el sábado la agencia norcoreana de prensa KCNA.
“En el ejercicio participaron combatientes, piezas de artillería de diferentes calibres, navíos de combate, incluidos submarinos, aviones de caza, bombarderos y aviones de carga”, dijo la agencia.
KCNA no precisó ni el lugar ni el día de este ejercicio, durante el cual Kim Jong-Un “advirtió con firmeza” que si los enemigos hacen una incursión en el país “lo lamentarán amargamente”.
El líder parecía referirse a un ejercicio realizado el mes pasado por Seúl en las islas situadas cerca de las frontera marítima en disputa entre los dos países.
Este ejercicio militar se produjo en un momento particular, pues Pyongyang ha multiplicado en los últimos días amenazas, lanzamientos de proyectiles y ofertas de paz.
Asimismo, Pyongyang podría haberse resentido por la visita de Estado que realizó el jueves y viernes a Seúl el presidente chino Xi Jinping.
Se trata de su primer viaje a la península coreana en calidad de jefe de Estado, lo que sin duda muestra cierta irritación de Pekín con el imprevisible régimen de Pyongyang, pese a que China es su principal aliado y soporte económico.
Xi Jinping, que ocupa la presidencia de China desde marzo del pasado año, todavía no se ha reunido con Kim Jong-Un, que sucedió a su padre Kim Jong-Il, fallecido en diciembre de 2011.