Al menos 40 personas han muerto en Filipinas y más de 525 mil han tenido que alojarse en centros de evacuación tras el paso del tifón “Rammasun” por el norte del país donde han comenzado las tareas de rehabilitación de daños.
El Consejo de Gestión y Reducción de Riesgo de Desastres del país advirtió de que la cifra podría aumentar los próximos días tras indicar que al menos 4 personas permanecen desaparecidas y 17 más resultaron heridas.
Rammasun, que llegó a Filipinas con vientos sostenidos de 140 kilómetros por hora y ráfagas de hasta 170, afectó en total a más de 880 mil personas y dañó más de 26 mil viviendas, de las que 7 mil quedaron completamente destruidas.
Unas 23 carreteras y 2 puentes permanecen cortados y 115 colegios en 12 regiones distintas resultaron dañados, aunque 54 de ellos ya han vuelto a impartir clases.
Mientras, la compañía eléctrica Meralco dijo que prevé que mañana por la noche se haya restablecido el suministro eléctrico en todo Manila, una vez se hayan arreglado los desperfectos en la red de distribución que dejó a cerca de 5 millones de hogares sin luz.
Aunque la capital no sufrió el impacto frontal del tifón que los expertos preveían, diversas calles de la ciudad quedaron repletas de ramas, árboles caídos y otros desperdicios, que las autoridades comenzaron a limpiar poco después del paso de la tormenta.
Unas 700 personas se ocupan de limpiar las calles de Manila, y se prevé que se recogerán unos 100 camiones de desechos que obstaculizan las carreteras.
Hasta el momento, las autoridades filipinas calculan que el tifón ha causado daños en la agricultura por valor de dos mil 300 millones de pesos (39 millones de euros o 52 millones de dólares) y de 49 millones de pesos (unos 835 mil euros o 1,1 millones de dólares) en las infraestructuras.