El grupo estadounidense Microsoft empezó el lunes a comercializar en China su Xbox One, primera consola de videojuego introducida en este país tras levantarse una prohibición de 14 años, y abrirse así un mercado potencialmente gigantesco.
En algunas grandes ciudades, algunas tiendas permanecieron abiertas hasta después de medianoche del domingo al lunes para poner en venta las primeras consolas de este tipo vendidas en China continental desde el año 2000.
Ese año, Pekín suspendió la venta de todo tipo de consolas debido a sus supuestos efectos negativos en la “salud mental” de los jóvenes. Sin embargo, las consolas importadas ilegalmente estaban disponibles en el mercado negro.
China levantó formalmente su prohibición en enero, al autorizar a los grupos extranjeros que fabrican esos productos en la zona franca de Shanghai –creada hace un año– a venderlas en todo el país.
En Shanghai, en la cadena de tiendas de electrónica Suning, un vendedor explicó a la AFP haber vendido ya más de 30 Xbox One en “edición limitada” al precio de 4.299 yuanes (550 euros, USD 700).
En toda China, el conjunto de “base” de la Xbox One era vendido a 3.699 yuanes (602 dólares, 474 euros), mucho más de los 400 dólares que cuesta en Estados Unidos.
Los videojuegos deben ser sometidos a la censura de las autoridades culturales chinas, que pueden prohibir aquellos que juzguen obscenos, violentos o políticamente sensibles.
Microsoft se ha adelantado en China a sus competidores nipones Nintendo (consola Wii) y Sony (Playstation). Sony empezará sus actividades en Shanghai en diciembre.