
El enviado especial de Naciones Unidas para Siria, Staffan de Mistura, afirmó que espera lograr un acuerdo político entre el gobierno de Damasco y la oposición siria para poner fin a la guerra que ha devastado al país, ante la amenaza de Estado Islámico (EI) que controla ya un tercio del territorio.
De Mistura afirmó haber encontrado ciertas conexiones entre los ataques terroristas de París y los orígenes y desarrollo del conflicto sirio que han dado lugar a la presencia del EI en gran parte de los territorios de Siria y de Irak.
“Es por esto que no podemos evitar levantar una bandera hoy de una preocupación urgente”, afirmó De Mistura en un encuentro con la prensa en Ginebra.
Por lo pronto, De Mistura intenta conseguir congelar los ataques en Aleppo entre las fuerzas leales al régimen de Bashar al Assad y la oposición que no han cesado y que se han intensificado en días recientes.
Para De Mistura es clave y prioritario conseguir un alto al fuego en esta ciudad emblemática en el contexto del conflicto que cumple ya su cuarto año. “No me voy a dar por vencido en esta tarea”, afirmó.
Dicha ciudad “es un microcosmos simbólico de toda Siria, ya que tiene el mayor número de desplazados y porque ha visto dos años de sufrimiento (…) y porque mientras que el gobierno y la oposición siguen enfrascados en fuertes enfrentamientos entre ellos, el Estado Islámico está a sólo 20 kilómetros de distancia de Aleppo”, observó.
“Nuestra esperanza es que el alto al fuego en Aleppo podría ser una señal de buena voluntad, una medida de fomento de la confianza que puede facilitar el reinicio de un proceso político con un horizonte político claro basado en el comunicado de Ginebra”, subrayó.
Todo ello “en línea con los nuevos factores que han surgido en la realidad de la zona, tales como el EI”, consideró.
En paralelo, De Mistura agilizará los encuentros con las partes involucradas de las que dice ha escuchado interés en encontrar una solución política.
Habló sobre su encuentro el día de ayer en esta ciudad con John Kerry jefe de la diplomacia de Estados Unidos, sobre su encuentro en París con el canciller Serguei Lavrov y anunció la reunión que sostendrá este jueves con el ministro de Exteriores de Irán, Mohammad Jawad Zarif.
Todos ellos, incluso Damasco, “están de acuerdo en que tenemos que hacer algo para que la situación se mueva hacia algún tipo de solución política este mismo año”, añadió.
“Lo que tenemos que asegurarnos es que esto no se convierta como 2014, cuando oímos llamados similares de todos nosotros, incluyendo a Naciones Unidas (ONU), y luego nada sucedió realmente”, agregó.
Por otra parte, De Mistura se refirió a la importancia de implementar las resoluciones de la ONU en cuanto a la situación humanitaria y la asistencia a millones de personas vulnerables.
Para ilustrar la urgencia de resolver el conflicto sirio y de “tomar acciones concretas” en el plano humanitario, De Mistura hizo referencia a algunas cifras.
Recordó que 12 millones de personas necesitan ayuda humanitaria urgente; 7.6 millones de desplazados internos; 3.3 millones de refugiados; al menos 220 mil muertos; un millón de sirios heridos y además enfermedades como la poliomielitis, la fiebre tifoidea y el sarampión han regresado a Siria.
Asimismo cuatro mil escuelas no son utilizables, tres millones de niños en edad escolar no van a la escuela, 290 lugares de patrimonio cultural han sido destruidos o dañados. Siria de ser uno de los países más pujantes del mundo musulmán ahora se encuentra en los últimos lugares, sólo un lugar arriba de Somalia.
“Así que estamos comenzando 2015 siendo el conflicto sirio la mayor crisis humanitaria desde la Segunda Guerra Mundial. Es una vergüenza”, deploró Mistura, quien reconoció que “el único perdedor de este conflicto es el pueblo sirio”.
“¿Y piensa usted que el único ganador será el EI?”, preguntó una periodista, “Esperemos que no”, respondió.




























