
El vuelo 4U9525 de la compañía alemana Germanwings (filial de bajo coste de Lufthansa) que realizaba el trayecto entre Barcelona y Dusseldorf se ha estrellado este martes en los Alpes franceses con 150 personas a bordo, 67 alemanes y 45 de ellos españoles (según la vicepresidenta del Gobierno). En total 144 pasajeros (2 bebés) , 2 pilotos y 4 tripulantes de cabina.
El aparato, un Airbus A320 D-AIPX (de 24 años de antigüedad, según Flightradar), despegó por la mañana y ha desaparecido de los radares en la región de Alpes de Alta Provenza y se ha estrellado cerca de la localidad de Barcelonnette, según las informaciones recabadas por este medio.
Las palabras del presidente, François Hollande, eran de lo más desalentadoras: “No se esperan supervivientes”. Entre los viajeros había 16 niños y 4 profesores de un colegio alemán en intercambio con el catalán de Llinars del Vallès.

Según AENA, que gestiona los aeropuertos españoles, el avión despegó a las 9h55. El presidente de la Germanwings, Thomas Winkelman, ha confirmado que aún no se conocen las causas del siniestro, aunque ha aportado algunos datos interesantes, como el hecho de que el capitán tuviera 6.000 horas de vuelo de experiencia (10 años ejerciendo), que el avión volaba a 38.500 pies y sufrió una caída libre de 8 minutos antes de estrellarse y que el aparato pasó este lunes sin problemas un test rutinario en el aeropuerto de Dusseldorf.
Aunque poco o nada se sabe, parece descartado señalar al mal tiempo como culpable del accidente. Según Rob Thompson, experto meteorólogo de la Universidad de Reading, “las condiciones meteorológicas en el sur de Francia durante el accidente eran las habituales, incluyendo temperatura y velocidad del viento.
Sea como fuere, la confusión se adueño durante las primeras horas tras el accidente, después de que se desataran los rumores sobre una posible llamada de auxilio desde la cabina del vuelo. Sin embargo, la Dirección General de la Aviación Civil francesa (DGAC) confirmó posteriormente que el avión siniestrado no envió una señal de alerta antes del accidente: “Fue el controlador aéreo el que lanzó la alerta porque había perdido contacto con el avión, a las 10.30 hora local (09.30 GMT) antes de estrellarse cerca del municipio de Prads-Haute-Bléone, en el departamento de Alpes de Haute Provence.




























