Fuerzas progubernamentales sirias presionaron este martes en su ofensiva sobre el valle del Barada, una región rica en agua al noroeste de Damasco, la capital, mientras varios grupos rebeldes anunciaron la suspensión de las conversaciones sobre el dialogo de paz contemplado en el acuerdo de alto el fuego por lo que calificaron de violaciones del ejército a la tregua en vigor desde hace cuatro días.
Tras el alto el fuego mediado por Rusia y Turquía, las principales facciones rebeldes y representantes del gobierno de Damasco debían reunirse en la capital de Kazajstán, Astana.
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas adoptó por unanimidad el sábado una resolución apoyando los esfuerzos de Ankara y Moscú, que respaldan a bandos enfrentados en Siria, para poner fin a casi seis años de guerra civil e iniciar conversaciones de paz.
Pero el alto el fuego, que se aplica en todo el país, parece cada vez más frágil, con las facciones de la oposición especialmente molestas por la ofensiva militar en marcha en el estratégico valle del Barada, en las afueras de la capital.
Pero en un comunicado publicado el lunes por la noche, 10 facciones rebeldes dijeron que suspenden cualquier diálogo relacionado con las negociaciones de Astana o con el alto el fuego “hasta que se aplique completamente”. Entre los firmantes está el poderoso grupo Ejército del Islam, que opera principalmente en el exterior de la capital siria.
El incumplimiento de la tregua en el valle del Barada sigue y “amenaza las vidas de cientos de miles de residentes”, agregó la nota, que explicó que la oposición considerará cualquier cambio militar en la zona como una violación grave del pacto.
El valle del Barada, controlado por los rebeldes y rodeado por fuerzas progubernamentales como el grupo insurgente libanés Hezbollah, es la principal fuente de agua de la capital y la su región. Los últimos enfrentamientos provocaron una grave escasez de agua en Damasco desde el pasado 22 de diciembre.
Imágenes del Centro de Medios del valle indican que la fuente y la planta de procesamiento de agua de Ain al-Fijeh fueron destruidas aparentemente en ataques aéreos. El gobierno sostuvo que los rebeldes la inutilizaron con combustible diésel, obligándolo a cortar el suministro.
El acuerdo de alto el fuego debería preparar el terreno que Damasco y los rebeldes se reúnan a dialogar, por primera vez en casi un año, en Astana en la segunda mitad de enero. Esas conversaciones estarán medidas por Rusia, Turquía e Irán, aunque funcionarios de Moscú dijo que otros actores clave como Estados Unidos serían bienvenidos.