Refugiados e inmigrantes están muriendo por la ola de frío que barre Europa y los gobiernos deben hacer más para ayudarlos en lugar de alejarlos de las fronteras y someterlos a la violencia, denunció este viernes dijo el viernes ACNUR, la agencia de la Organización de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).
“Los niños son especialmente proclives a las enfermedades respiratorias en un momento así. Es la hora de salvar vidas, no de disposiciones burocráticas”, declaró Sarah Crowe, portavoz del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en una comparecencia en Ginebra. “La situación extrema ahora mismo es Grecia”.
La portavoz de ACNUR, Cecile Pouilly, se refirió a cinco muertes hasta el momento por el frío y pidió que se traslade a un refugio en Grecia continental a unas mil personas, incluidos niños, que están alojadas en tiendas de campaña y dormitorios sin calefacción en la isla de Samos.
Otros cientos fueron llevados a mejores instalaciones en las islas de Lesbos y Chios en los últimos días.
En Serbia, alrededor de 80 por ciento de sus 7 mil 300 refugiados, solicitantes de asilo e inmigrantes están alojados en centros de acogida estatales calefaccionados, pero unos mil 200 hombres pernoctan en lugares informales en Belgrado.
La Organización Meteorológica Mundial informó que una masa de aire siberiano hacia el sureste de Europa hizo caer las temperaturas en Grecia, Italia, Turquía y Rumania entre 5 y 10 grados por debajo de lo normal. Estos eventos suelen ocurrir una vez cada 35 años, indicó el organismo.