Según la Secretaría de Gobernación, la defensa de Chapultepec corrió a cargo de 200 cadetes del Colegio Militar a las órdenes de los generales Nicolás Bravo y Mariano Escobedo, así como de 632 soldados del batallón de San Blas bajo el mando del coronel Santiago Xicoténcatl.
De acuerdo con la dependencia, con el fin de reforzar la defensa mexicana, el general Antonio López de Santa Anna envió al pie del cerro a dos mil 450 hombres, sin embargo, los soldados estadounidenses eran más de siete mil.
También, según el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), el general Bravo ordenó a los cadetes menores de edad que se retiraran, pero la mayoría no lo hizo.
La defensa del Castillo fue confiada al general Nicolás Bravo, antiguo insurgente; sin embargo, el general contaba con más de 800 soldados para defender la fortaleza contra los más de 7 mil soldados de Estados Unidos.
La madrugada del 12 de septiembre de 1847 las baterías estadounidenses iniciaron un intenso bombardeo sobre el Castillo, el efecto fue devastador. Al anochecer el general Bravo solicitó al presidente Santa Anna refuerzos, petición que fue negada.
En la mañana del 13 de septiembre las fuerzas estadounidenses otra vez bombardearon el Castillo de Chapultepec, sin embargo a las 9:00 horas, según el INAH, el fuego cesó y los soldados invasores iniciaron el ascenso al cerro por la parte oeste.
La lucha se libró cuerpo a cuerpo, los mexicanos combatieron con fiereza pero los invasores ganaban terreno y lograron llegar al Castillo por el lado occidental.
Cuando llegaron los norteamericanos al Castillo de Chapultepec sólo unos cuantos soldados y cadetes permanecían en el edificio.
El INAH destaca estas acciones de los cadetes:
Juan Escutia, originario de Nayarit, quien en medio de la batalla tomó la bandera nacional, se envolvió en ella y se arrojó por el acantilado para evitar que el símbolo patrio cayera en manos de los estadounidenses. De acuerdo con los reportes de guerra, el cadáver del cadete fue hallado en las faldas del cerro”.
Vicente Suárez: Se enfrentó a los norteamericanos y murió valientemente luchando cuerpo a cuerpo.
Fernando Montes de Oca: En la batalla, el cadete intentó saltar por la ventana para apoyar la defensa de la entrada al bosque; sin embargo fue baleado por soldados de Estados Unidos.
Francisco Márquez: Tenía 13 años de edad cuando ocurrió la batalla en el Castillo. Era el más joven de los cadetes y su cadáver fue encontrado a un lado de su compañero Juan Escutia.
Juan de la Barrera: Murió heroicamente con sus 32 zapadores (soldados especializados en construir trincheras) en la calzada de Tacubaya.
Agustín Melgar: El cadete intentó detener al enemigo en una escalera, fue perseguido, herido y llevado al hospital de sangre donde murió al día siguiente.
Es por eso que en honor a los seis cadetes caídos en la Batalla de Chapultepec se instituyó, desde 1881, la celebración, cada 13 de septiembre, como fiesta cívica en México.