Como “falsedades” calificó el obispo de la Diócesis de Zacatecas, Sigifredo Noriega Barceló, las acusaciones de la diputada Alma Dávila Luevano, quien el pasado martes primero de octubre, desde la LXIII legislatura señaló que Noriega Barceló y otro sacerdote, ejercieron mediante una llamada, violencia psicológica contra su madre.
La legisladora morenista aseguró que “tanto el obispo y el padre Juan le habían llamado para decirle que lo que yo estaba haciendo nos iba a condenar a toda la familia y por generación tras generación iba a caer la maldición […]lo digo textualmente porque mi mamá es una mujer de 81 años y esto es violencia psicológica”.
Por lo que el Obispo negó haber realizado este tipo de llamadas ya que “lo que buscamos es precisamente la reconciliación, el respeto a las personas, el respeto a las ideas de las personas”, por lo que argumentó que la mentira no se construye. En lo particular dijo que no ha tenido contacto ni con la madre de la legisladora ni con ningún otro de sus familiares.
Finalmente, invitó a los actores públicos, específicamente a la diputada Dávila a no mentir para de esta forma sanar el tejido social y generar mayor confianza y exhortó a los legisladores, actores sociales, servidores públicos y representantes de la iglesia católica, a tomarse en serio sus funciones: “estoy totalmente dispuesto a colaborar en todas las causas de promoción humana de cualquier tipo”.