El especialista argentino en temas de seguridad nacional, Edgardo Buscaglia, denunció que los gobiernos mexicanos aún no han tenido la voluntad política para contener la fuerza del crimen organizado con golpes de fondo, ya que este tipo de acciones podrían incluso tocar intereses personales.
Lo anterior, durante su visita a la capital de Zacatecas, donde impartió la conferencia magistral “Raíces y soluciones políticas ligadas a la delincuencia organizada”, a invitación del Comité Directivo Estatal del Partido de la Revolución Democrática.
Buscaglia enfatizó reiteradamente que los problemas de México relacionados con la delincuencia organizada no tendrán pronta solución en tanto no se llegue a un acuerdo político de envergadura por todos los partidos políticos, pero que algunas medidas implican imponer limitaciones a la clase política.
Y ejemplificó: un principio para combatir el crimen organizado es el establecimiento de unidades de investigación patrimonial autónomas en cada entidad federativa, la cual identifique a los empresarios que apoyan a la logística del crimen organizado, pero ello implicaría limitaciones al financiamiento de campañas, que muchas veces también se benefician con recursos de procedencia ilícita.
Buenas noticias
Edgardo Buscaglia, especialista en temas de seguridad nacional señaló que para México hay una buena noticia y ello es que la delincuencia organizada fue contenida y disminuida en 17 países.
En este sentido señaló, México sabe lo que tiene que hacer para comenzar a resolver el problema: acatar la Convención establecida por la Organización de las Naciones Unidas contra l a delincuencia organizada, firmada por el país en el año 2000, algo se puede hacer, hace falta acuerdos políticos, reiteró Buscaglia.
Países reacción ante efecto acordeón
El especialista en temas de seguridad nacional explicó que en la experiencia de países como Colombia e Italia la elite política y empresarial comenzó a reaccionar con fuerza para contener al crimen organizado cuando se sintieron presionados por el llamado “efecto acordeón” es decir, por un lado las masacres cometidas por el crimen organizado alcanzaron a sus familias y empresas y por el otro, la sociedad civil salía a la calle a tomar las legislaturas de forma pacifica para exigir resultados.
En México aún no llegamos al efecto acordeón, explicó Buscaglia, por el contrario, la elite del poder espera secretamente que se consolide un solo grupo criminal para que baje la violencia y se simule un cambio.