De acuerdo con información de autoridades de Aguascalientes, las hermanas Nayeli Esperanza y Brenda Reyes Herrera, de 25 y 18 años, respectivamente, fueron “levantadas” por una célula del grupo criminal conocido como “Los Zetas”, en Calera, Zacatecas, y este domingo no se habían contactado con los familiares para establecer el pago del rescate, si es que se trata de un secuestro.
Ellas tenían poco tiempo de haber llegado a Calera, Zacatecas, a trabajar en un bar, haciéndose acompañar de una amiga, la cual también es originaria de Aguascalientes y quien milagrosamente se salvó de que se la llevaron, debido a que alcanzó a ocultarse en el interior del baño.
El progenitor de las hermanas Brenda y Nayeli Esperanza, se presentó en la Procuraduría General de Justicia en el Estado (PGJE), con la intención de interponer la formal querella en contra de quienes resulten responsables.
Sin embargo, fue notificado que conforme lo establece la ley, la denuncia tenía que presentarla ante las autoridades de Zacatecas, debido a que fue en ese territorio donde se registraron los hechos.
Se logró saber que las hermanas Reyes Herrera conocieron hace tiempo a una mujer con la que iniciaron una relación de amistad, la cual se fortaleció en corto tiempo, a grado tal, que las invitó a trabajar a un bar ubicado en Calera, Zacatecas, garantizándoles que ganarían excelente sueldo.
Una amiga de Brenda y Nayeli Esperanza se enteró del ofrecimiento que les habían hecho y les manifestó que ella también quería unírseles en el viaje, a sabiendas de que iba a ganar muy buen dinero.
Las tres jóvenes se trasladaron a Calera, Zacatecas, e iniciaron a laborar en el bar y según lo que la amiga le informó al progenitor de las dos hermanas, la noche del cuatro de julio, ellas se encontraban laborando normalmente.
En determinado momento, entraron varios sujetos armados y se llevaron a Brenda y a Nayeli Esperanza, sin confirmar si también “levantaron” a otras jóvenes, debido a que ella corrió y se escondió en el baño.
Manifestó que cuando ya no escuchó alboroto en el interior del bar, salió de su escondite y por comentarios de los clientes, supo que quienes se habían llevado a sus amigas, habían sido integrantes del grupo delictivo conocido como “Los Zetas”.
Ese mismo día, la amiga de las dos jóvenes regresó a esta ciudad y de inmediato se trasladó al domicilio de Brenda y Nayeli Esperanza para informar a sus progenitores lo que les había sucedido.
Desde ese día los familiares de las dos jovencitas intentaron comunicarse con ellas a sus celulares, pero no recibieron respuesta alguna.
El miércoles, en un nuevo intento por contactar con alguna de ellas a través de sus teléfonos, recibieron contestación de una joven, quien les aseguró que ese celular al que le habían marcado, se lo habían regalado unos amigos y enseguida cortó la comunicación.