Su saludo denota fortaleza y su semblante, una personalidad afable y tranquila.
Manuel Díaz Becerra, es bombero que desde 1987 y labora en la corporación. Este año cumple 25 de intensas labores.
En el marco de la conmemoración del “Día del Bombero”, Manuel recibió un reconocimiento especial, puesto que, junto a Jorge Castro Castrejón, son los miembros con mayor experiencia y trayectoria.
Su inquietud por ser bombero comenzó cuándo niño, los camiones de bomberos comenzaron a atrapar su atención. Tiempo después y tras varias capacitaciones como paramédico, ingresó a la corporación; Su trabajo, al igual que su familia, desde un inicio se convirtió en la parte más importante de su vida.
“Todos los días, sin importar si hubiéramos discutido la noche anterior, mi esposa me despide con una bendición”, comenta Manuel Díaz.
Ellos (su familia) saben lo peligroso que es esto”, puntualiza.
Y es que los bomberos, en muchas ocasiones desgraciadamente no cuentan con el equipo apropiado, se enfrentan a situaciones dónde su propia vida queda expuesta en pro de los otros.
Salvar a un niño es lo más placentero para Manuel, quien con toda su experiencia, ha tenido que acostumbrarse a la muerte, sin embargo, no por ello, ha dejado de sentirse agradecido cuándo se logra salvar una vida.
“Para ser bombero, hay que tener corazón, si no tienes corazón, respeto hacia ti mismo y hacia los demás, no importa que tan capaz seas, jamás harás bien tu trabajo” menciona Manuel quien luce su impecable traje ataviado con las condecoraciones que durante todos estos años ha obtenido.
Trabajo en equipo, lealtad, nobleza, pasión y capacidad de reacción, son las características básicas de todo bombero.
“En una contingencia, no sólo la vida de los demás dependen de los otros, nuestras propias vidas, también dependen de nuestros compañeros, razón por la cual, el compañerismo debe y tiene que imperar ante todo en las corporaciones de bomberos”, explica.
Con una vida llena de buenos momentos y de terribles recuerdos, como aquél accidente de autobús, en el que murieron 14 personas, Manuel Díaz, sabe que la mejor recompensa es el cariño y agradecimiento de los ciudadanos; el amor y admiración que la gente les profesa, al salvar a un ser querido, esa, es la mejor recompensa para Manuel y para los bomberos que todos los días, arriesgan su vida en pro de los más necesitados; personas desconocidas que son rescatadas por héroes anónimos que sin esperar nada, llegan silenciosamente a dar lo mejor de sí.