La reforma de Petróleos Mexicanos (Pemex) abaratará el costo que pagan los mexicanos por su consumo de gasolina y energéticos en general, aseveró el director general de la paraestatal, Emilio Lozoya.
En entrevista con Notimex en el marco del 43 Foro Económico Mundial de Davos, que concluyó oficialmente la víspera, Lozoya subrayó que “el objetivo último de la reforma energética es que la sociedad tenga más energía a menor costo, y que sea más limpia”.
Lozoya, quien en Davos intervino en un panel de la industria petrolera titulado “Energía para la Sociedad”, subrayó que “lo más importante de la reforma es que el costo energético del país sea menor, que la energía sea más limpia y que cueste menos a los mexicanos”.
El antiguo directivo del Foro de Davos para América Latina dejó claro además que Pemex, que en la actualidad aporta una tercera parte del total de ingresos del Estado mexicano, continuará proveyendo fondos de manera significativa a las cuentas públicas.
“Pemex siempre seguirá contribuyendo de una forma importante a los impuestos del país. Es una empresa del Estado. El objetivo de una reforma energética es que Pemex pueda ser más grande, más productivo”, afirmó el máximo responsable de la paraestatal.
“No se trata de que Pemex pague menos impuestos, sino que sea más grande, genere más empleos y más oportunidades para crear valor en México y crear cadenas de valor donde haya un alto contenido nacional”, agregó.
Lozoya justificó el proyecto de “modernización, no de privatización”, de Pemex que el gobierno pretende acometer, en que la empresa no está preparada para extraer crudo de “aguas profundas y otros proyectos muy caros en los que se tienen que invertir miles de millones de dólares”.
“Hoy Pemex no tiene la tecnología más adecuada, la más actualizada y tampoco esos montos para apostar todos los huevos en una canasta. Por eso la importancia de diversificar riesgos junto con el sector privado”, dijo respecto a una eventual apertura a empresas extranjeras.
Sobre una posible reacción negativa de la oposición o de la opinión pública hacia la reforma energética, señaló que “la estrategia de negociación está claramente señalada en el Pacto por México. No va a haber nada que sea secreto, que esté detrás de las cortinas”.
Según Lozoya, “las posturas están claras y señaladas en el Pacto, y si se materializa lo que está ahí, para el país sería un impulso al crecimiento económico, una generación de empleos muy importante”.
Cuestionado por si Pemex se inspirará en otras petroleras para su reforma, Lozoya, quien en Davos mantuvo reuniones con el ministro noruego de Energía, Borten Moe, y la directora de Petrobras, Maria de las Gracas Silva Foster, señaló que sí, pero que el diseño será propio.
“La nuestra será una receta propia. Sin embargo, evidentemente, hay aspectos de éxito en muchas otras empresas. Es el caso de Petrobras, que se evaluó vender en 12 mil o 13 mil millones de dólares y que hoy vale hasta diez o quince veces más”, dijo sobre la petrolera brasileña.
“Sin embargo también hay experiencias de Petrobras que no funcionaron como estaba previsto, que aumentaron los costos innecesariamente. Colombia también es un ecosistema para ver, interesante, y Noruega. Son países en los que México está viendo como referentes”, explicó.
“Reitero, la reforma no implica que las empresas entren en Pemex. El balance no se abre a la iniciativa privada. Sin duda ha habido un acercamiento. La industria mexicana ha tenido desde décadas un interés por los privados”, insistió sobre la filosofía de reforma de Pemex.
“Esto no quiere decir que Pemex se vaya a privatizar, número uno, y número dos, tampoco quiere decir que el Estado pierda la propiedad de los hidrocarburos. He venido a Davos a decirlo, que Pemex no se va a privatizar. Se tiene que modernizar”, explicó.
“La industria petrolera requiere ser una industria moderna en México. La industria energética no es local, sino global y Pemex tiene hoy en día que dar un paso adelante para ser más competitivo”, prosiguió.
Lozoya precisó: “Hay dos vertientes” en la “modernización” de Pemex que “es en lo que estamos desde hace dos meses” e implica que “los privados puedan tener una mayor participación y asociarse con Pemex en proyectos específicos, privados nacionales y privados extranjeros”.
Y precisó que “se solicitó al Consejo de Administración una propuesta de reestructuración corporativa para adelgazar a la institución, hacerla más ágil, más transparente y promover la ética corporativa”.
En definitiva, para “hacerla más eficiente en un escenario de competencia mundial importante en materia de hidrocarburos”, concluyó.