El Gobierno mexicano apoyó lo planteado por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y por algunos senadores de ese país como base para una reforma integral al sistema de inmigración en la Unión Americana.
En un comunicación, la Secretaría de Relaciones Exteriores indicó que la administración del presidente Enrique Peña Nieto también recibe con interés la valiosa aportación que en las últimas semanas han ofrecido numerosas organizaciones de la sociedad civil y grupos económicos sobre el fenómeno migratorio.
“El Gobierno de México reconoce el compromiso mostrado por un número cada vez mayor de actores en Estados Unidos a fin de garantizar que los marcos legales en América del Norte reflejen la realidad demográfica de la región, las complementariedades entre nuestras economías, la necesidad de una frontera próspera, competitiva, segura y eficiente”, destacó.
La cancillería agregó que la administración de Peña Nieto subrayó el hecho de que se busca proteger los derechos de cada individuo, sin importar su estatus migratorio.
Asimismo, recordó que la política migratoria es un asunto interno de competencia federal en Estados Unidos. No obstante, concierne a millones de individuos que viven en ese y en otros países.
En este contexto, indicó que el Gobierno de México continuará promoviendo respetuosamente una discusión informada de las muchas dimensiones de este tema y protegiendo los derechos de sus ciudadanos en el exterior.