Al dar a conocer los primeros peritajes realizados por la PGR con apoyo de expertos de España, Estados Unidos e Inglaterra, Murillo Karam explicó que las primeras pesquisas realizadas por los investigadores en la zona siniestrada demuestran que se trató de una explosión calificada como difusa, lenta y horizontal que es característica de las explosiones producidas por gas.
Además, la inspección ocular de los tres pisos que se desplomaron tras el estallido registrado el pasado jueves, evidenciaron que en el lugar de los hechos no existe un cráter, el cual hubiera sido indicativo de que se trataba de una explosión provocada por algún tipo de artefacto.
Además, las vigas de acero dentro del edificio B2 del Centro Administrativo estaban dobladas y no fracturadas, otra característica que a juicio de las autoridades indica estallido por acumulación de gas en lugar del uso de explosivos para provocar daño en un área focalizada.
Una prueba más de esta conclusión preliminar, puesto que los peritajes continúan y que aún falta por determinar el tipo de gas acumulado en el sótano del edificio, es que no hay rastros de explosivos plásticos en el lugar, que los cuerpos de las víctimas fatales no aparecieron desmembrados y que ni una sola hoja se quemó a consecuencia del estallido.