La Gendarmería Nacional que impulsa el presidente Enrique Peña Nieto será una “policía de proximidad” bajo régimen castrense que comenzará a operar a finales de este año con 10 mil elementos.
El candidato para dirigir la Comisión Nacional de Seguridad, Manuel Mondragón, detalló ante un grupo de senadores que los integrantes del cuerpo de seguridad ya están siendo seleccionados, entrenados y calificados por mandos militares.
Serán formados en “un estricto régimen castrense” con el apoyo del Ejército y la Marina, pero también recibirán instrucción operativa, policiaca y teórica en conceptos sobre cultura de la legalidad, proximidad social y desarrollo comunitario, precisó.
“El primer grupo de gendarmes estará compuesto por 10 mil elementos, esa es nuestra meta, a fin de este año”, indicó Mondragón.
Destacó que esta nueva corporación, que estará bajo su mando si el pleno del Senado aprueba su ratificación como comisionado de Seguridad, es necesaria en localidades donde “la presencia policial debe ser cercana, confiable y permanente”.
Será una institución próxima a la ciudadanía, con alto orden y coordinación con los estados que estará a cargo de los delitos del fuero común, indicó al comparecer ante las comisiones unidas de Gobernación y Seguridad Pública de la Cámara alta.
“Irá a donde sea requerida”, aseveró el exsecretario de Seguridad de la capital mexicana, al aclarar que inclusive “se les instalaría como un cuartel, para que sean policías de proximidad de lugar”.
En diciembre pasado, el presidente mexicano anunció que la nueva corporación tendrá como tarea fortalecer el control de los municipios “con mayor debilidad institucional”, así como en instalaciones estratégicas como puertos, aeropuertos y fronteras.
Sobre la Policía Federal, involucrada en varios escándalos por corrupción y abuso de autoridad, Mondragón admitió hoy que requiere de una reestructuración para mejorar la disciplina y eficiencia en el combate al crimen organizado.
Prometió “tolerancia cero a la corrupción policial”, una vigilancia cercana al respeto de los derechos humanos por parte de los agentes y mayor capacitación.
México sufre una ola de violencia que en los últimos seis años ha causado unos 70.000 muertos, en su mayoría por acciones de los cárteles de la droga y otros grupos del crimen organizado.
En varias regiones del país el Ejército y la Marina han asumido las tareas de seguridad al verse desbordados los cuerpos de seguridad regionales.