Por primera vez el Papa celebrará la fiesta de San Valentín, durante una audiencia en la Plaza de San Pedro el próximo 14 de febrero y en la cual se espera la participación de 20 mil novios provenientes de 28 países.
Originalmente el encuentro, promovido por el Pontificio Consejo para la Familia, debía llevarse a cabo en el Aula Pablo VI del Vaticano pero una avalancha de adhesiones obligó a moverlo al aire libre.
Todos los asistentes tienen una cosa en común: se casarán en los próximos meses. Durante la reunión Jorge Mario Bergoglio responderá improvisando las preguntas que le dirigirán tres parejas distintas.
“El éxito numérico de la iniciativa era absolutamente imprevisible sólo tres semanas atrás y muestra que existen jóvenes que, a contracorriente, desean que su amor dure para siempre y sea bendito por Dios”, dijo Vincenzo Paglia, presidente del Pontificio Consejo.
La audiencia iniciará a las 11:00 hora local y durante la primera hora los novios se prepararán al encuentro con el Papa repasando las fases esenciales de una historia de amor mediante anécdotas, canciones y poesías.
A mediodía el líder católico llegará a la plaza y responderá a los cuestionamientos que versarán sobre las dificultades actuales para cumplir con una decisión definitiva, la calidad de la familia cristiana, el estilo para elegir la celebración del matrimonio.
“Hoy la elección del matrimonio es continuamente atrasada en espera de una resolución total de todos los problemas. En realidad se contrae matrimonio para edificar juntos un futuro, resolver juntos los problemas, construir juntos una casa para sí y para los hijos”, indicó Paglia.
“Los responsables de la cosa pública deberían estar mucho más atentos en el sostener la elección de dos jóvenes de casarse con una atenta política familiar y del trabajo, porque una familia edificada en la juventud es una incomparable riqueza también para la misma sociedad”, agregó.
El encuentro concluirá con una oración especialmente compuesta para ese día y la bendición del Papa. A todas las parejas se les entregará un regalo para la celebración de su boda, aunque no se adelantó cuál.
A pesar de remitirse a un santo católico, la fiesta de San Valentín como celebración de los enamorados ha sido promovida especialmente por la Iglesia Anglicana, obteniendo un gran arraigo en los Estados Unidos.
San Valentín de Terni (176-273) fue un obispo romano mártir. Su memoria litúrgica -el 14 de febrero- es venerada por la Iglesia católica, la ortodoxa y la anglicana, que lo consideran patrono de los enamorados y protector de los epilépticos.