En México, 19 por ciento de los emprendedores –casi cuatro millones– son mujeres, y sobresalen en los sectores de servicios profesionales, comercio y educación, afirmó la académica de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), Clara Elena Valladares.
El incremento de mujeres emprendedoras en el ámbito económico del país es producto de la evolución natural del papel femenino en la sociedad, donde la educación y un mejor acceso a la formación profesional son elementos fundamentales para el éxito, expuso.
Al ofrecer la conferencia “Liderazgo y empoderamiento, ¿Qué motiva a la mujer emprendedora?”, agregó que el proyecto Medición Mundial de Emprendimiento determinó que existen 163 millones de emprendedoras en el mundo, lo que representa casi 41 por ciento de los emprendedores.
En el marco de las X Jornadas por el Día Internacional de la Mujer, indicó que el tema del emprendimiento no puede ser evaluado sin dejar de lado la equidad de género, pues a través de la historia de la humanidad, el trabajo femenino ha sido condicionado por su sexo.
La igualdad y el empoderamiento de la mujer, además de ser derechos humanos, son un objetivo fundamental para el progreso como establece el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), agregó la investigadora del Departamento de Economía de la UAM.
Si bien la filosofía del empoderamiento tiene su origen en la escuela popular de Paulo Freire, la socióloga Margaret Shuler identifica a éste “como el proceso por medio del cual las mujeres incrementan su capacidad de configurar sus propias vidas y su entorno”, recordó.
En el acto convocado por la Coordinación de Extensión Universitaria de la UAM-Iztapalapa, refirió que los grupos feministas consideran que el empoderamiento incluye tanto el cambio individual como los procesos y estructuras que reproducen la situación desfavorable y subordinada de la mujer.
Sin embargo, no debe verse como la dominación de uno sobre otro, sino como la libertad de escoger y actuar a partir del acceso a la información como condición necesaria para elegir y decidir alternativas de acción.
Es lograr que la persona se recupere a sí misma con base en la toma de conciencia de sus propias competencias, agregó Valladares Sánchez en un comunicado.
En otro sentido, dijo, hablar de liderazgo femenino lleva a una categorización que atribuye “cualidades” a un grupo asumiendo una visión estereotipada, al ubicar claro-oscuros.
La mujer ejerce su liderazgo de forma diferente a la mayoría de los hombres, pero se está ante una nueva concepción donde la creatividad, la sensibilidad y la comunicación están presentes en un sistema de organización menos jerárquico, más horizontal, puntualizó.