El presidente Nicolás Maduro buscaría que la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) debata la agitación que experimenta Venezuela, debido a la mayor afinidad de esos países con su gobierno, aseguró hoy el internacionalista Milos Alcalay.
“El gobierno se siente mucho más cómodo en ese foro por la presencia de otros gobiernos de izquierda que no van a enfrentarse con Venezuela”, indicó a Notimex el ex embajador venezolano ante la Organización de Naciones Unidas (ONU).
Alcalay señaló que gobiernos como Ecuador, Bolivia, Argentina, Uruguay o Brasil, han mostrado su simpatía por Maduro, por lo que el mandatario esperaría que la Unasur tenga una resolución que le sea favorable ante la agitación interna que vive Venezuela.
Este país sudamericano experimenta desde hace casi un mes protestas iniciadas por estudiantes y que posteriormente se extendieron al resto de la sociedad que se han saldado con 21 muertos, más de mil 600 detenidos y una cifra similar de heridos.
El diplomático retirado dijo sin embargo que la negativa de Unasur a reunirse de inmediato para debatir, demuestra la reticencia pese a la afinidad ideológica y contrasta con la decisión de la Organización de Estados Americanos (OEA) de citar a sus cancilleres.
“Si la Unasur no se ha reunido de manera extraordinaria como lo ha pedido el canciller venezolano y el hecho de que no haber impedido la reunión de la OEA, que sí logró reunirse de manera automática, demuestra que Venezuela está debilitada”, estimó el analista.
Alcalay consideró que el hecho de que algunos países como Estados Unidos y Panamá hayan pedido al gobierno venezolano dialogar con sus opositores es un “pequeño paso adelante”, ya que antes la comunidad internacional se abstenía de pronunciarse sobre Venezuela.
“Creo que ha habido un pequeño paso hacia adelante, es decir, que se haya planteado la situación de Venezuela en los términos que se plantearon. El hecho de haber sentado a Venezuela a plantear el tema y señalar la necesidad de un diálogo es un paso importante”, destacó.
Sin embargo, el internacionalista subrayó que es “muy difícil” que estos organismos intervengan en Venezuela debido a los tratados favorables que ofrece el gobierno a varios países de la región, pero aclaró que nadie ha pedido una intervención extranjera.
“Lo que estamos viviendo sólo tiene una solución: la interna, la venezolana, nadie está pidiendo una intervención de afuera, aunque pueden ayudar al presionar (al gobierno) para que haya verdadera mediación o negociación”, concluyó Alcalay.