La jornada electoral para los comicios parlamentarios libios se ha desarrollado casi con total normalidad hasta el mediodía, indicó la Comisión Electoral, que destacó que siete centros electorales no han abierto sus puertas.
Según un comunicado de dicha comisión, el 97 por ciento de los mil 626 colegios electorales ubicados en todo el territorio están operativos.
Esta institución encargada de la organización de los comicios destacó que sólo en la localidad oriental de Derna, escenario de una ola de ataques y asesinatos desde hace más de un año, al igual que Bengasi, varios centros no comenzaron su actividad debido a problemas de seguridad.
Por su parte, en unas declaraciones a un canal de televisión libio, el portavoz del Ministerio de Interior, Rami Kaal, destacó “la normalidad” de la jornada, aunque también reconoció la existencia de “obstáculos” en Derna.
Kaal destacó, asimismo, la baja afluencia de votantes en Derna, en comparación con otras zonas del país.
El portavoz del Ministerio de Interior hizo hincapié en el “importante dispositivo de seguridad” que ha sido desplegado en torno a los centros de voto, así como en las entradas de varias ciudades con problemas de seguridad, entre las que citó Bengazi.
En su intervención, Kaal instó a todos los libios a ejercer su derecho al voto “para sacar a Libia de la crisis que atraviesa”.
Un millón y medio de libios han sido convocados hoy a las urnas, que permanecerán abiertas desde las 08:00 de la mañana (06:00 GMT) hasta las 20:00 (18:00 GMT), para elegir a los 200 diputados independientes que configurarán el nuevo Parlamento.
El ex primer ministro libio Ali Zidán, destituido el pasado marzo por el Parlamento que le reprochó su incapacidad de hacer frente a la degradada situación de seguridad, mostró su deseo de que la “tercera etapa de transición avance hacia la estabilidad” del país.
En unas declaraciones a la prensa tras depositar su papeleta en un colegio de Trípoli, Zidán instó a sus conciudadanos a votar para garantizar “el despegue” del país.
Libia atraviesa una profunda crisis política, de seguridad y económica que ha despertado el temor de muchos países de la comunidad internacional a un eventual colapso del sistema político.