El escándalo del espionaje estadunidense en Alemania tiene duras repercusiones en la relación de confianza entre la ciudadanía del país europeo, y que históricamente ha unido a ambas potencias occidentales.
Según una encuesta publicada por el principal canal de televisión de derecho público ARD, y realizada por el instituto de sondeo y análisis Infratest dimap, la población ve cada vez más negativa la amistad con Washington.
Sólo el 35 por ciento de los alemanes encuestados se mantuvieron firmes en que Estados Unidos es un socio de confianza y defendieron la relación privilegiada entre los dos países.
Hasta un 58 por ciento, es decir una rotunda mayoría de la población, no ve en Washington un aliado en el cual poder confiar ciegamente. Este dato empeoró en uno por ciento tan sólo en una semana.
Las ultimas revelaciones acerca del espionaje estadunidense en Alemania están detrás de la ola de desconfianza: en las últimas dos semanas la Fiscalía General con sede en Karsruhe abrió dos nuevas investigaciones por espionaje.
En el primer caso se trató de un “doble agente secreto” alemán, quien vendió documentos sensibles a los servicios de inteligencia de Estados Unidos a cambio de 25 mil euros.
La semana pasada se supo además que la Fiscalía había ordenado el allanamiento de la casa de otro funcionario en Berlín: se trata de un empleado del Ministerio de Defensa quien habría estado informando secretamente a Estados Unidos.
Las investigaciones se añadieron a otra ya abierta acerca del espionaje del teléfono móvil de la canciller federal Ángela Merkel, tal y como probaron los documentos filtrados por el ex empleado de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de Estados Unidos), Edward Snowden.
Así mismo, en Alemania una comisión de investigación del Parlamento intenta aclarar las actividades estadunidenses de control de las comunicaciones en internet de los ciudadanos alemanes.
Merkel reaccionó la semana pasada con dureza y ordenó la expulsión del país del responsable de los servicios de seguridad en la embajada de Estados Unidos en Alemania.
Ese alto funcionario estadunidense salió ayer del país, y según informaron medios alemanes, partió desde el aeropuerto internacional de Frankfurt.
El pulso firme de Ángela Merkel se tradujo en seguida en un aumento de su popularidad que actualmente es de 77 por ciento: un nivel récord.
El gobierno de Merkel en contrapartida, manejó con gran tacto político y diplomático el caso.
No expulsó del país al funcionario estadundiense sino que solicitó su salida de Alemania.
Merkel declaró hace unos días, sin embargo, que la confianza fundamental en la relación con Estados Unidos estaba afectada por las dimensiones del espionaje estadundiense en Alemania.