Un silencio absoluto fue el último recurso de estudiantes zacatecanos como muestra de la indignación ante el caso omiso de las autoridades sobre las demandas que se han levantado en los últimos días a nivel nacional por el esclarecimiento del caso de Ayotzinapa, Guerrero.
“Todo lo que se tenía que decir o gritar ya se ha hizo en otras ocasiones y no fuimos escuchados, es por eso que ahora lo hacemos de esta manera, no con gritos ni consignas, sino con silencio, lo último que nos queda”, así lo aseveró Jaime Humberto Hurtado de cuarto año de la Normal Rural General Matías Ramos Santos de San Marcos.
Por segunda ocasión, el paso vehicular de Guadalupe a Zacatecas quedó paralizado ante la protesta de estudiantes de la Universidad Autónoma de Zacatecas en sus distintos grados y carreras, la Escuela Normal Manuel Ávila Camacho, el Instituto Politécnico Nacional, Universidad Tecnológica de Zacatecas, entre otras.
Antorchas y velas que portaron los manifestantes fueron las luces que iluminaron el camino de los alumnos que llegaron a Plaza Bicentenario a montar guardia alrededor de
Bajo la premisa de que más que de normalistas, estudiantes o jóvenes, es una problemática a nivel nacional y es símbolo del hartazgo contra la inseguridad que se vive en el país.
Como portavoz de los sanmarqueños, Humberto Hurtado pidió encontrar a sus compañeros normalistas con vida y de inmediato, aunque también aseguró que lo único que pueden encontrar a estas alturas son cadáveres pero de ser así que se les dé una indemnización para sus familiares y una explicación justa de los sucesos del 26 y 27 de septiembre en Ayotzinapa.
El entrevistado hizo énfasis en la inseguridad que se vive en el municipio de Loreto, lugar donde hace unos días murió un delegado a causa de una bala perdida. Esto como resultado de una agresión que sufrieran por parte de presuntos integrantes del crimen organizado agentes de la Policía Estatal Preventiva durante un patrullaje.