
América Latina y el Caribe tiene al alcance la posibilidad de erradicar el hambre en un plazo de diez años y acabar con un flagelo que afecta aún a 37 millones de personas en la región, según afirmó el director regional de la FAO, Raúl Benítez.
“Estoy convencido de que este puede ser la última generación de latinoamericanos y caribeños que conviva con el problema del hambre”, dijo el representante de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Una de las herramientas que tiene la región para luchar contra la desnutrición es el Plan para la Seguridad Alimentaria, Nutrición y Erradicación del Hambre 2025, aprobado en enero pasado durante la III Cumbre presidencial de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
La FAO coordinó la elaboración del plan, en el que también trabajó la Asociación Latinoamericana de Integración (Aladi) y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
Y este martes empezó en Santiago de Chile una reunión de dos días en la que participan representantes de la Celac, la FAO, la Cepal y la Aladi para coordinar la implementación del programa.
El objetivo final del plan de acción es erradicar por completo el hambre a más tardar el 2025, una meta ambiciosa y exigente que, según la FAO, se puede alcanzar con la colaboración de todos.




























