Las medidas para hacer frente a la epidemia de neumonía viral se endurecían en todo el mundo, después de que causara 636 muertos en China, incluyendo a uno de los primeros médicos que alertó del peligro del nuevo coronavirus, fallecido este viernes.
El gigante asiático registró 31.161 personas contagiadas, y cada vez más ciudades dieron orden de quedarse en casa a decenas de millones de habitantes.
La epidemia también se cobró la vida, este viernes de madrugada, del oftalmólogo Li Wenliang, que murió en el hospital central de Wuhan. Él fue uno de los primeros en dar la voz de alarma ante la aparición del brote, lo que le costó que las autoridades lo acusaran de “propagación de rumores”.
Fuera de China continental, se confirmaron más de 240 casos de la enfermedad en una treintena de países y territorios.
Miles de viajeros y tripulantes están retenidos en dos cruceros en Asia.
En Japón, 3.700 personas de decenas de nacionalidades quedaron en cuarentena 14 días en el crucero “Diamond Princess”. El número de casos a bordo se triplicó este viernes pasando de 20 a 61.
En Hong Kong, unas 3.600 personas corrían la misma suerte en el crucero “World Dream”, después de que tres antiguos pasajeros del mismo dieran positivo en las pruebas del nuevo coronavirus.
Y, según un comunicado de las autoridades japonesas, se detectó un caso a bordo de otro barco, el “Westerdam”, que navega rumbo a Japón.
Agencias