Zacatecas. – Ante el alarmante contexto de violencia contra mujeres y niñas en México, continúa la lucha para ganar y dar voz a todas a quienes de manera injusta les han arrebatado sueños y utopías. La indignación y rabia del movimiento feminista se hace notar mediante actos de protesta que son mal vistos por un núcleo social.
Integrantes del colectivo feminista “Bloque Negro” emitieron un comunicado a la opinión pública en torno a los acontecimientos suscitados en la manifestación del 8 de marzo, en el centro histórico de Zacatecas, particularmente por la acción directa ejercida en un conocido restaurante.
La acción de romper vidrios y ventanas en el café Acrópolis, ocasionó especial indignación por parte de algunas ciudadanas y ciudadanos.
Ante esto, bajo la consigna de “Fuimos todas, fuimos nosotras”, el movimiento feminista creó un cerco de protección hacia las compañeras que accionaron en el momento.
¿Quiénes son el bloque negro en las marchas feministas?
Este llamado “bloque negro”, son mujeres que acuerpan los contingentes en cada marcha para proteger y vigilar posibles agresiones hacia otras de sus compañeras.
Asimismo, invitaron a todas aquellas mujeres que se sientan inseguras durante la marcha, a acercarse a ellas, con la finalidad de hacerlas sentir cómodas y de ser necesario siempre cargan un botiquín y agua.
“Estuvimos presentes y rompimos lo que representa Acrópolis para Zacatecas, fuimos nosotras las que rayamos las escaleras del teatro Calderón y Plaza de Armas, nosotras destruimos el cajero, símbolo del inigualable capitalismo”, declararon.
Manifestaron que abanderan una lucha anti sistémica donde los derechos humanos de mujeres y niñas son la principal causa.
Y es que la lucha de las mujeres va más allá de “violentar” edificios y monumentos que no tienen comparación alguna con el arrebato de la vida de 11 mujeres diarias de las formas más violentas.
Expresaron que de ninguna forma se ejerce daño a individuos mediante actos de protesta, y que “la destrucción de edificios e instituciones es necesaria para acabar con las formas políticas tradicionales que nos oprimen”.
Finalmente advirtieron que “nosotras al ser silenciadas y relegadas nos declaramos en guerra contra la autoridad, contra el Estado haciendo nuestra la insurrección permanente, rompiendo vidrios, templos y palacios.