Por: Gabriel Contreras Velázquez
Que tengan que concentrar a un gobernador y su gabinete en los salones del Senado de la República para “capacitarlos” en respuestas efectivas a crisis mediáticas, es todo menos un mensaje de fortaleza. Se entiende la preocupación de Ricardo Monreal Ávila, pero su respuesta llega a deshora y no busca ir al fondo de los problemas.
Es falso que Eldaa Catalina Monreal Pérez fuera la convocante como deslizaron al interior de la nueva gobernanza, señal de que, además, entre quienes componen el círculo cercano de David Monreal Ávila no estuvieron de acuerdo con la reunión. Las divisiones son infranqueables al interior de eso que llaman “gobierno” y deshabilitan cualquier posibilidad de respuestas eficientes.
Sí, la hija del senador estuvo ahí, sin embargo, el discurso duro y sin medias tintas vino precisamente de Ricardo Monreal, el más interesado en mejorar la imagen de Zacatecas porque empieza a obstaculizar el camino al 2024. David ya ganó la elección, está más allá de su anhelo, por lo que no es a él a quien afecta el naufragio temprano sino al apellido Monreal.
Lamentablemente, la propuesta del presidente de la Junta de Coordinación Política no corresponde en lo más mínimo con el nivel de gravedad y la cantidad de amenazas que enfrenta el estado. La violencia ha llegado a puntos de mayor brutalidad y parece que continuará en escala. Paradójicamente, hoy a quien menos conviene tener un gobierno débil es a la sociedad.
Si las instituciones comienzan a perder presencia y solidez, si el pacto social se quiebra más allá de su deshilado tejido, y si la clase política en general demuestra insolvencia, habremos perdido los pocos asideros desde los cuales damos respuesta a los problemas públicos. Empero, lo que vive Zacatecas va más allá de unos cuantos problemas.
De ninguna manera una estrategia simplona en redes sociales, que incluso pretende obligar a la burocracia a convertirse en un ejército de propaganda virtual, ayuda desactiva alguna de las muchas aristas en esta crisis generalizada. Por el contrario, el resultado sólo nos traerá más polarización y a los trabajadores mayor descontento.
Así sólo se atiende el foco mediático para tratar de dividir los costos políticos del fracaso de la “nueva gobernanza”. Lo más curioso es que el mismo discurso de David, que no logra consenso social, encabeza toda esta “estrategia”. Por ende, los desaciertos llegarán pronto y la población mantendrá una justa postura de rechazo con la solicitud de “revocación de mandato” inmediata.
Ahora bien, tampoco es momento de caer en el juego maniqueo de la “oposición” de papel que pide “unidad” cuando sus propios partidos no son capaces de mostrar uniformidad. Qué “unidad” podrían ofrecer cuando, sistemáticamente, se muestran dóciles a los caprichos de David, como regalarle impunemente una magistratura a José Virgilio Rivera Delgadillo.
Si son capaces de ello, qué garantías tiene la sociedad que las y los diputados de la LXIV Legislatura que hoy conforman una delgada y fácilmente cooptable muralla “opositora”, podrán procesar las reformas a la constitución que tutelen la revocación de mandato que se pide en las calles. Empero, si el legislador no lo hace no por ello la sociedad pierde un derecho.
El camino, bien lo explicaba Matías Chiquito Díaz de León en entrevista con Verónica Trujillo Jiménez la semana pasada, será la solicitud a las autoridades electorales para que procesen un reglamento provisional que desahogue la revocación de forma supletoria en la constitución federal, y así las y los zacatecanos ejerciten su derecho a interrumpir anticipadamente la “nueva gobernanza”.
Empero, de lo que nadie debería desentenderse es del cauce y la fuerza que comienza a tomar la ciudadanía en las redes sociales y los espacios públicos. Nichos de organización como los colectivos feministas locales prestaron su capacidad de articularse para dirigir la protesta pacífica a la que pocas veces se acostumbró la sociedad civil de Zacatecas.
Existe un proceso de conciencia colectiva por los alcances de la violencia que vivimos, y se entiende que ningún político está a la altura de las demandas. Esa premisa la terminó por confirmar el diputado federal de Morena, Marco Flores Sánchez. Mientras la protesta se dirigía a la pacificación, el amenizador de la campaña de David alucinaba con “levantar al pueblo en armas”.
El pueblo ya está en armas: son los cárteles del narcotráfico que nacieron de una sociedad profundamente rota. Evidentemente sus objetivos se vuelven proporcionalmente incompatibles con la tranquilidad y seguridad que demanda la vida pública. No es ahí el campo de batalla ciudadano, sino en la corresponsabilidad y coerción social.
Y eso es lo que veremos los próximos miércoles 23 y sábado 26 de febrero cuando la gente vuelva a tomar las calles. La primer convocatoria surge del colectivo Unidad e Identidad entre Periodistas Zacatecanos. La segunda, será una marcha que promueve la etiqueta #ZacatecasDeLuto. La gravedad de las circunstancias lo amerita. Seamos solidarios y empáticos.
#Casualidades: “Nosotros vamos a esperar la notificación del actuario… y analizamos si tenemos algún medio de impugnación, y en su caso lo accionamos”. Esa fue la respuesta de José Ignacio Sánchez González a las y los jubilados del ISSSTEZAC que han ganado distintos amparos.
“Si podemos recurrir, lo recurrimos. Si no ha lugar a recurrir, cumplimentamos sin pestañear porque así son las etapas del proceso de amparo”. Ese es el camio de la nueva gobernanza, alargar los emplazamientos, aún y con medidas precautorias declaradas para obligarlo a pagar.
No es el mismo Ignacio Sánchez que en los medios de comunicación oficiales y oficiosos propaga la falacia de que en materia jurídica el Instituto va ganando la batalla. Con un ritmo pausado confirma que, hasta este día, la “nueva gobernanza” no tiene de otra más que patear el bote.
El pasado 14 de febrero el Juzgado 3° de Distrito publicó y notificó el acuerdo de recepción de Demanda Ampliada en contra de Sánchez González, que ya tiene un apercibimiento al que se agregan denuncias penales por desacato.
Este martes, el colectivo de jubilados y pensionados del Instituto asistirá a la Ciudad de México, donde visitarán distintas instancias para dar voz a lo que sucede en Zacatecas. Tienen elementos de sobra para desnudar las decisiones caprichosas de David Monreal Ávila.
Por supuesto que aprovecharán la ocasión para demostrar cómo ese Instituto perdió su naturaleza pensionaria para convertirse en un proveedor de servicios, y que presenta fuertes inconsistencias desde el sexenio de Ricardo Monreal Ávila.