Zacatecas, Zac.- Un extraordinario concierto de la Orquesta Sinfónica Infantil de México (OSIM), dentro de su 30 gira nacional con la que la institución musical regresó a sus actividades presenciales y celebra 20 años de trayectoria.
En el foro principal del teatro “Ramón López Velarde”, se llevó a cabo la cuarta presentación musical de la agrupación infantil, luego de su paso por los escenarios de Michoacán, Jalisco y San Luis Potosí.
El director artístico y coordinador general de la OSIM, Roberto Rentería Yrene, habló de este extraordinario proyecto musical, que ya cumple dos décadas, de su regreso a Zacatecas, después de 13 años, así como del trabajo de los niños y jóvenes que lo integran y de su formación musical.
Por su parte, el director asociado, Eduardo García Barrios, habló a detalle de las piezas que magistralmente estuvieron bajo su batuta.
La Orquesta abrió su concierto con la obra Epifanía (COnVIDa-19 años), de Alexis Aranda, estreno mundial en esta gira que el compositor hizo como un regalo para los integrantes de la OSIM, y que grabaron desde su confinamiento durante la pandemia, cada integrante, para que fuera interpretada de manera virtual.
Ésta, que es una hermosa pieza, es la primera colaboración del autor con la Orquesta, fue creada con base en la crisis sanitaria vivida por el mundo, en un sentido positivo, de esperanza, expresión enérgica y jubilosa que los jóvenes músicos transmitieron a su público durante la interpretación.
El programa incluyó también la Obertura Los maestros cantores de Nüremberg, de Richard Wagner, La leyenda de Miliano y Danzón número 2 de Arturo Márquez; Fantasía en jazz, de Gina Enríquez; la Obertura de la Suite West Side Story, de Leonard Berstein y Fantasía Romeo y Julieta, de Piotr Tchaikovsky.
La agrupación, conformada por 131 niños y jóvenes menores de 17 años de edad, pertenece al Sistema Nacional de Fomento Musical (SNFN), de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, cuyo principio rector es el desarrollo integral a través de un modelo de educación musical comunitario, en el que la práctica musical colectiva es una fuerza transformadora, incluyente y democrática.
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